Revista Cultura y Ocio
David Lynch no necesita presentación alguna, es uno de los mejores directores del panorama contemporáneo, y esto se puede extender a toda la historia del cine. Obras como Mulholland Drive o Terciopelo azul han sido incluidas por múltiples críticos de todo el mundo entre sus películas favoritas, y cada vez que realiza un nuevo film no recibe más que alabanzas. La carrera del mítico cineasta, tras unos cuantos cortometrajes, comenzó pisando fuerte con una de sus obras cumbres, una cinta en la que ya definía su universo oscuro, surrealista y sugerente, además de un marcado estilo visual: Eraserhead.
Henry Spencer es un hombre extraño e introvertido que sufre constantemente pesadillas insoportables. Un día, tras visitar a una antigua novia, descubre que es padre de un monstruoso engendro que se verá obligado a cuidar junto a la chica a la vez que sufrirá unas visiones de una chica de rostro deforme en un escenario situado tras su radiador.
David Lynch comenta en su documental Eraserhead Stories que en veinticinco años ningún crítico ha interpretado su película como él lo habría hecho, y como toda buena película surrealista es difícil establecer el límite hasta el cual se debería analizar sin deteriorar la propia magia que posee como construcción imaginativa desligada, en algunas ocasiones, de cualquier explicación razonable. El propio Lynch reconoce que no sabe por qué incluyó muchos pasajes de la película, como si su concepción hubiese surgido de una forma mecánica procedente del subconsciente y él tan solo permitiese que aflorase sin cuestionarse su significado.
Eraserhead muestra una obsesión malsana por las deformidades, por un lado Henry se siente atraído por la chica del radiador pero también siente la mayor repugnancia por su hijo, un aborto repulsivo que no deja de exigir en todo momento ser alimentado, como si su presencia en la misma sala no fuese suficientemente insoportable sino que además hubiese que prestarle atención de manera constante. El miedo a las relaciones sexuales también se deja ver, al igual que al matrimonio y al compromiso: la unión de los dos jóvenes ha creado a esa terrible criatura, la familia de Mary está formada por una serie de seres extravagantes y amenazadores a los que Henry teme, y, en un momento dado, del estómago de la chica extrae diversos seres que bien podrían ser fetos deformes.
También se manifiesta el miedo a la influencia del hijo sobre el padre. La monstruosa cabeza del ser arranca de cuajo la de Henry para colocar la suya. La atracción y repulsión por las deformidades, mientras que la chica del radiador resulta ser atractiva pese a sus gigantescos mofletes, la criatura es absolutamente insoportable y se refleja en Henry cuando su vecina decide abandonarlo asqueada de él. Por mucho que hablemos de Eraserhead solo estaremos arañando la superficie, o puede que ni eso, ya que como ha dicho el propio Lynch, nadie se ha acercado a su propia interpretación. Pese a todo se trata de una película fascinante, hipnótica como todas las realizaciones de su director, oscura y misteriosa, que transmite esa repulsión-atracción a lo largo de su hora y media de duración.
Hace varios años que Versus puso a la venta una excelente edición de esta película, que además de contar con la calidad que caracteriza a la editora incluía el documental Eraserhead Stories como extra. Por desgracia actualmente se encuentra descatalogada, y como para suplir este vacío, Avalon edita esta película, tanto en Bluray como DVD, con una cuidadísima calidad de imagen y con varios cortometrajes de Lynch como extras, una magnífica edición que puede servir como complemento a la ya mencionada de Versus.