Durante cada día de nuestra vida nos enfrentamos a decisiones, acontecimientos esperados y no tanto, a imprevistos, retos, obstáculos y todos estos nos llevan a reflexionar sobre los resultados obtenidos, momento en cual solemos tomar una actitud ante esto.
Llegado a ese punto, toca tomar una actitud, por cierto esto es lo único que podemos controlar al cien por ciento, aparece la famosa frase de ver a los resultados con el vaso medio lleno o medio vacío.
Habitualmente muchas personas suele estar en constante carrera por ver y buscar lo que le falta, desea y espera ansiosamente conseguir, pero cuando esto sucede no suele dársele el valor adecuado a lo obtenido, porque rápidamente se esta pensando en otra necesidad o deseo para alcanzar.
Realmente no veo nada mal que las personas sean ambiciosas y busquen lograr objetivos que les inspiren, le conecten con sus Valores, Visión y Misión de Vida, es más, si queremos llegar a la cima debemos ir trazando pequeñas metas para que superando todas ellas, lleguemos al gran objetivo final.
El problema surge cuando no se valora lo conseguido y se piensa en otro objetivo nuevo para calmar ansiedades o evitar sentarse a reflexionar sobre lo que se quiere en realidad, esto es muy común en aquellas personas que no tienen claridad en sus valores ni en lo que quieren y son realmente.
En este punto aparece el tema de la actitud a tomar, la cual es muy apropiada para elegir como ver los resultados, si con el vaso medio lleno o vacío.
Imaginemos que vamos por el desierto, llevamos una larga travesía, tenemos mucha sed, nos queda muy poquito para llegar, pero por la falta de agua seguramente no podremos hacerlo. Aunque en nuestro poder tenemos una botella con agua cuyo contenido esta por la mitad, ese problema no lo tendremos porque al beberla, tendremos hidratación suficiente para llegar hasta el próximo destino.
Llevando esto a nuestros días es parecido, cuando tomamos la actitud del medio vaso lleno, nos permitirá ver lo que tenemos y hemos conseguido, valorar nuestros afectos, aprovecharnos de nuestras habilidades, además de proporcionarnos tener bien la autoestima para seguir caminando en busca de objetivos.
Sin embargo cuando caemos en el medio vaso vacío, nos olvidamos de todo, dejamos que nos gobierne la ansiedad, el ego, las prisas, los miedos, la falta de tolerancia, la ira y la queja constante, que luego se vuelve absurda.
Cuando vivimos desde la perspectiva del vaso medio vacío, no tenemos claridad suficiente para ver las cosas, nos obcecamos y obsesionamos con lo que nos falta, dejando de lado todo lo bueno que nos rodea. Esto es igual, volviendo al ejemplo de la travesía por el desierto, de ir pensando cuando queda muy poquito que necesitamos mucho agua bien fresca, nos obsesionamos con ello y esto hace olvidarnos que llevamos encima una botella con agua hasta la mitad, la cual nos ayudaría a llegar, pero como la mente esta cerrada en el agua fresca, finalmente nos desfallecemos y perdemos la oportunidad de llegar.
Ver las cosas desde la perspectiva del vaso medio vacío produce una enorme carga emocional y va disminuyendo la autoestima, sin embargo situarse en la posición del vaso medio lleno, disminuye la carga emocional negativa y potencia tus habilidades y autoestima.
Tú decides, de que lado quieres ver tus resultados y tu vida