Revista Belleza
¿Eres Independiente? Entonces Odiarás Escuchar Esto
Por Mariola Azores De Bustarviejo @MariolaAzoresLas personas independientes nos sentimos muy cómodas en nuestra piel. Tanto, que según he podido comprobar, a veces provocamos en los demás comentarios que hubiéramos preferido no tener que escuchar.
Será que nuestro carácter autosuficiente desata en algunos el impulso más o menos consciente de doblegarlo. He llegado a la conclusión de que bajo las aparentes faltas de respeto lo que de verdad motiva las reacciones que vas a leer a continuación y otras parecidas es el miedo.
Miedo a las respuestas diferentes a los problemas de siempre, a los comportamientos que no encajan en las rígidas estructuras donde otros se sienten tan a salvo.
Miedo porque con alguien muy independiente la intimidación, los chantajes emocionales, la coacción económica, no funcionan.
Miedo a su desobediencia. Las personas independientes actúan casi siempre guiadas por su propio criterio y es difícil que consigas de ellos lo que quieres si no están por la labor: su admiración, su cariño, que tengan una relación contigo, que se sometan a tus reglas, que adopten tu visión del mundo.
Todo esto no significa que no quieran o no necesiten recibir tu afecto, ternura y respeto. Únicamente que su manera de ir desde el punto A hasta el B es diferente.
9 Cosas Que Alguien Muy Independiente Odia Escuchar
1. "¿Dónde estás?"
-¿Dónde estás?
-¿A dónde vas?
-¿De dónde vienes?
Los primeros meses cuando llegué como nueva directora creativa a McCann Erickson había una ejecutiva de cuentas (el departamento que "recoge los encargos" de los anunciantes que más tarde los creativos transformamos en campañas de comunicación) que casi cada mañana alrededor de las 9, mientras yo iba de camino a la agencia, me llamaba para hacerme la misma pregunta:
-¡Hola, Mariola! ¿Dónde estás?
-Buenos días, Maricruz (nombre ficticio pero muy acertado) ¿alguna novedad?
Lo que pudiera parecer una conversación de besugos era en realidad un duelo de poder y control. No es solo que jerárquicamente, al estar su puesto muy por debajo del mío, aquella llamada estuviera por completo fuera de lugar, es que carecía de fundamento: ninguna de las veces que la recibí me encontré al otro lado con una verdadera urgencia o necesidad que no pudiera esperar 15 minutos más.
Yo sabía que era una llamada para tenerme controlada (?). Casi seguro inducida por su jefa, pero ejecutada con sadismo por la propia Maricruz.
Las personas muy independientes solemos reaccionar mal a los interrogatorios, aún peor si el único motivo para hacerlos es la compulsión de someter a todos los que te rodean a tu tóxica personalidad controladora o absorbente.
2. "¿Vas a ir solo?"
Cuando le cuentas a alguien que fuiste solo a cenar, al cine o de viaje te encuentras con una de estas dos reacciones: o bien te miran con pena o bien no entienden nada.
Para las personas independientes no supone ningún problema pasar parte del tiempo de ocio en su propia compañía porque les proporciona claridad mental y autoconocimiento.
3. "¿Por qué estás soltero?"
Muy sencillo, porque queremos. Claro que tenemos opciones, como todo el mundo, pero preferimos no perder nuestro tiempo en relaciones sin sentido. Para un soltero inteligente un unicornio tiene la forma de alguien que es más inteligente y mejor persona que él. Si un potencial candidato no puede contribuir al equipo con cualidades parecidas o superiores a las nuestras no cerraremos el trato.
4. "Tú te lo pierdes"
Como no puedes verlo por ti mismo te echaré una mano: ni yo encajo en el prototipo de persona que tú necesitas para ser feliz ni tú nunca podrías ser el auténtico explorador vital que yo quiero a mi lado. Mira sino la manera tan distinta que tenemos de enfocar este asunto: tú quieres hacerme ver que salgo perdiendo y yo, por el contrario, quiero que veas que ambos salimos ganando.
5. "Yo pago"
Una primavera pasé unos días de vacaciones en Formentera y allí una noche, en el Blue Bar, conocimos a un grupo de italianos encantadores y forrados:
Estábamos terminando de cenar cuando se nos acercó la camarera para decirnos que estábamos invitadas a tomar una copa, pero no quiso decirnos por quién o por quienes. Un poco más tarde se presentaron y fue entonces cuando, entre col y col, los italianos nos contaron que habían venido a pasar el fin de semana a Formentera en el avión privado de uno de ellos.
(Y era verdad. Lo digo para que tu suspicacia no te impida centrarte en lo que de verdad es importante en este relato).
En ningún momento del resto de la noche conseguimos pagar ni una sola copa.
Estaban en todo momento pendientes de que no nos pudiéramos acercar solas a la barra. Tan en serio se lo tomaban que en una ocasión en la que me zafé de su vigilancia para pedir una botella de agua y ya estaba a punto de sacar el dinero del bolso allí se materializó Giovanni -el dueño del avión en el que habían viajado todos- entre enfadado porque les hubiera dado esquinazo y aliviado por haberme impedido pagar.
Entonces la que de verdad se enfadó fui yo.
No tengo nada en contra del dinero, naturalmente que no, en absoluto soy una asceta. Ahora bien, sí lo tengo en contra de que creas que vas a conseguir algo de mí agitando tus billetes de 100 euros en mis narices.
Tampoco tengo ningún problema en que alguien me invite a cenar o a una copa, de hecho vengo de una familia en la que los hombres no dejan pagar nada a las mujeres. Pero a veces me gusta abonar mis propias consumiciones. O invitar yo. O pagar a medias.
Para las personas muy independientes es de suma importancia tener también independencia económica. Por eso, aunque tú tengas muchísimo más dinero que yo en el banco, con tus continuas demostraciones ostentosas no vas a conseguir impresionarme. Lo que conseguirás es que un día coja mi metrobus para salir huyendo de ti; y ni siquiera con tu Aston Martin podrás darme caza.
6. "Pídeme lo que quieras"
La acción continúa en aquella noche en Formentera.
Imagino que desconcertado por la bronquita que le cayó e intentando restablecer la buena armonía entre nosotros (dejando a un lado todo lo demás, lo cierto es que me estaba gustando hablar con él), al pobre Giovanni no se le ocurrió otra cosa mejor que suplicarme que le pidiera cualquier cosa, lo que yo quisiera.
-¿Cualquier cosa?
-¡Lo que sea!
-Entonces me gustaría que, por favor, le pidieras al dj que pusiera a Tom Jones. It's not unsual, si no es demasiado pedir.
Desde luego no era en absoluto lo que se esperaba, pero superada la sorpresa allí fue.
¿Tom Jones, en el Blue Bar? Tú te flipas.
(Es lo que imagino que el dj pensaría ante semejante petición).
-¿Has visto como no puedes conseguir cualquier cosa que yo quiera?
Pensarás que soy inmune a los grandes gestos, y te estarás equivocando de nuevo. ¿Quieres que te susurre una canción de amor al oído? Regálame una biblioteca, y pon en ella un sillón chester de cuero envejecido. Pero sobre todo asegúrate de que en sus estanterías podré encontrar todos los libros que tú has leído.
Moraleja: cuando se trata de alguien independiente hace falta algo muy distinto para engancharles o para retenerles a tu lado que las clásicas tretas del aspecto físico, una situación económica muy solvente o la argucia del rescatador que acude para taponar agujeros emocionales.
7. "Es mi media naranja"
Puede parecer muy romántico. Pero si lo piensas bien buscar a alguien para que te complete es bastante triste. Sugerir que necesitas de otra persona para ser una naranja entera nos hace sospechar que necesitas la aceptación emocional de los demás. Las personas muy independientes saben que para poder amar con generosidad primero tienen que quererse y gustarse a sí mismos. Que es la razón por la que se resisten a invertir su energía en relaciones que no van a ninguna parte.
8. "¿Puede venir mi novio?"
No. Y tampoco entiendo por qué él (tu novio, tu marido, tu ligue) querría venir a nuestra reunión (cena, comida, aperitivo, copas) de chicas. Por supuesto esta situación también sucede a la inversa: la novia que se acopla a la salida de amigos y el novio que lo consiente o que incluso lo propone.
No tiene nada que ver con que él o ella nos caigan mal (aunque en ocasiones es un factor añadido), es que nos resulta irritante que no puedas pasar un rato lejos de esa persona.
No me andaré con rodeos: es que además no pinta nada.
9. "Necesito una pareja"
Las personas independientes quieren pero no necesitan una pareja. Para ellos las relaciones no son un fin en sí mismo. Solo tienen sentido si suman valor en sus vidas.
Es por ello que quizás te sorprenda verles solos pero felices.
Solos pero completos.
Solos pero con una gran vida social.
Solos pero sin tiempo para tonterías.
Solos pero tranquilos: su Huckleberry Finn está esperándoles a la vuelta de la próxima esquina.
"Waterloo, Couldn't escape if I wanted to Waterloo Knowing my fate is to be with you Waterloo Finally facing my waterloo" (Waterloo, ABBA)
¿Eres muy independiente? ¿Cuáles de estas cosas odias escuchar?
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