Es muy atractiva la explicación que se da en Psicología al síndrome de Peter Pan. Lo que viene a decir es que se aplica a personas en edad adulta que presentan una personalidad narcisista e inmadura. Podemos observar que el sujeto crece en años, pero su percepción interna del yo permanece en la infancia. Se encierra en su egocentrismo donde lo que importa por encima de todo es su punto de vista y sus necesidades.
Características de los individuos con el síndrome de Peter Pan
Las reglas sociales, el reconocer lo bueno del otro y la generosidad no son valores que respeten las personas con este síndrome. Creen que ellos están por encima de todo eso, porque sólo piensan en ellos y no les importa que su comportamiento o falta de consideración moleste a los demás. En el fondo son personas inseguras que necesitan estar constantemente protegiéndose, dando una imagen hacia fuera, y faltas de control sobre sí mismas, en cuanto a su comportamiento y sentimientos. Como es muy difícil mostrarse siempre perfectas, estas personas sufren por su imagen, y tratan de que los demás no se enteren de sus defectos o de lo que no hacen bien. Esta obsesiva preocupación por el qué dirán y de que no los “pillen” lo que acarrea es que tengan una baja Autoestima y no maduren. Así parecen niños asustados que están más pendientes de “aparentar” que de “ser”. Cuando la opinión de los demás es tan primordial debido al trastorno que padecen, pierden su esencia y su capacidad de enfocarse en ser un adulto responsable y útil para la sociedad.
Aunque no se considera que el síndrome de Peter Pan sea una enfermedad, sí entraría dentro de las neurosis ya que el individuo no se centra en su rol como adulto, carece de empatía hacia otros adultos y su egocentrismo lo aleja de conectar verdaderamente con los demás.
Por primera vez se habló de este trastorno mental en el libro “The Peter Pan Syndrome: Men Who Have Never Grown Up” (1983), del Dr. Dan Kiley.
Habitualmente se relaciona este síndrome con los siguientes síntomas psicológicos: inseguridad personal, baja autoestima, dependencia emocional, dificultad en el control de sus sentimientos y miedo a ser rechazados. También se suele vincular con el sexo masculino, quizá por el origen en el citado libro de Kiley, pero sería injusto y alejado de la realidad deducir que únicamente los hombres pueden padecer este trastorno. La irresponsabilidad y la inmadurez se manifiestan en ambos sexos en la edad adulta, probablemente porque las causas de este trastorno no son básicamente genéticas.
Cómo reconocer a una persona con el síndrome de Peter Pan
Podemos reconocer a una persona con el síndrome de Peter Pan cuando es incapaz de reconocer los propios errores y tiene un gran miedo en que los demás sepan lo que ha hecho mal. Lo cierto es que esta persona tiene dificultad en controlar sus sentimientos y fácilmente puede ser desbordada por ellos cuando se pone en riesgo su imagen ante los demás y ello deja en evidencia su inseguridad.
También advertimos la presencia de una persona con el síndrome de Peter Pan en el momento en que la misma espera que otros solucionen sus propios problemas cuando él o ella no se ve capaz. Asimismo hay personas que se niegan a crecer y tomar el rol de adulto, de padre o madre que debe educar a sus hijos, de trabajador que debe cumplir con sus obligaciones, etc.
Lo que caracteriza a una persona adulta es que no se escuda en excusas para dejar de hacer lo que debe hacer. Si uno contrae unas obligaciones, financieras, laborales o familiares, como adulto debe hacer frente a ellas y no esperar que otros carguen con ellas. Un adulto sabe que tiene que esforzarse para conseguir lo que quiere, en lugar de esperar que se lo den todo hecho. Su actitud tiende al egoísmo porque no aprecian lo que los demás hacen por ellos, y en cambio, exigen cada vez más y más. Nunca están satisfechos/as con lo que reciben, pero paradójicamente, son reacios a ofrecer. Quienes padecen el síndrome de Peter Pan no quieren dejar de hacer todo lo que les gusta, no quieren perder su libertad y les repele todo lo que tenga que ver con compromisos.
Muchos hemos visto a trabajadores irresponsables, que a la mínima que pueden se escabullen de sus tareas y luego se inventan una excusa o culpan a otros de su ineptitud. Por otra parte, hay muchas personas que no crecen conforme a los años y que tienen hijos, pero no tienen la capacidad de enseñarlos disciplina, porque ellos en primer lugar son negados para cumplir con sus compromisos. Hay personas que nunca pueden ser puntuales y ni siquiera cumplir con los plazos que ellas mismas acuerdan. Esas mismas personas no pueden organizar su propia vida y necesitan de otro u otros para hacerlo.
En muchas ocasiones se relaciona el síndrome de Peter Pan con hombres que padecen estos trastornos, y es entonces cuando sus mujeres son las que deben llevar el peso de organizar la vida familiar y financiera. Pero no podemos obviar el caso de mujeres irresponsables que gastan más de lo que pueden atendiendo a su poder adquisitivo y ponen al marido en aprietos económicos. Este comportamiento es también inmaduro e irresponsable. Y también lo es cuando viene de maridos que se gastan el dinero en bebida, bares, juegos, mujeres, etc.
Por lo tanto, como hemos visto, existe una gran diversidad de comportamientos que evidencian el síndrome de Peter Pan, y se observa tanto en hombres como mujeres en edad adulta. La consecuencia de este síndrome es que tenemos en la sociedad personas en las que no se puede confiar porque son indisciplinadas y tienden a incumplir sus compromisos de todo tipo.
Uno no puede confiar en alquien que padezca el síndrome de Peter Pan, ni para prestarle dinero, ni para tener una relación sentimental, ni para contratarlo para que haga un trabajo. Lo más probable es que al hacerlo acabemos frustrados, porque como cabía esperar de alguien con este trastorno, en última instancia buscará el placer y tenderá a la irresponsabilidad del “niño”, por lo que antes o después se desentenderá del rol que debería desempeñar y de las obligaciones sujetas al mismo.
¿Conoces a muchas personas con el síndrome de Peter Pan? ¿Cuáles crees que son las causas de este síndrome que te vuelve no responsable?
Vía|Apuntes de Psicología, Gestalt Terapia
Más información|Los beneficios de una buena Autoestima
Imagen cortesía de Google
Si te ha gustado, compártelo en tu redAutoestima