¿Eres una mujer agotada?

¡Podemos cambiar nuestro cansancio a una vida llena de éxito!

Tranquila respira, Yo también lo soy, Aunque no lo quiero confesar,  si soy una mujer agotada, y al ver que no eres la única que se siente así es una sensación de que no eres la única mujer agobiada en la vida y que todas pasamos por eso algún día o todos los días.

Les contaré un día del cual me sentía muy agobiada, estaba estresada, los problemas, la casa, el trabajo todo me brumaba ese día, y suena el teléfono y cuando respondo lo hago con un agite y cortante “¿Qué deseas?” Y era mi mejor amiga y me dice “te invito hoy en la noche  a salir a tomarnos un chocolate caliente y a conversar un rato en su casa ¿Qué te parece?”, Yo la verdad no quería estaba cansada físicamente pero si quería salir a despejarme un rato y fue que me convenció al ir hasta su casa.

Nos sentamos en el mueble de su sala nos pusimos cómodas y solo una pregunta que me hizo, me cambiaría y desahogaría. Ella me pregunto ¿Amiga estas agotada? Y al ver la amistad que tengo con ella desde hace mucho tiempo no podía ocultar nada pues ella conocía de mí, y como estaba agobiada, le dije “si amiga estoy muy agotada”; La mayoría de los días me siento abrumada, me despierto desanimada, desperdicié mi vida, ya no quiero seguir así porque cuando estoy agobiada todo lo que pasa es peor y necesito cambiar y ver la vida más calmada.

Ella sonrió y para mi sorpresa ella respondió que también sentía lo mismo que yo, pero le daba pena decirlo ya que ella es una mujer muy activa, cuida de su casa, trabajo, esposo e hijos y todas las responsabilidades juntas la abruman, pero de todas esa cosas hay que tener calma y paz, dar espacio al equilibrio para cada cosa, y así fuimos conversando y desahogándonos. Le dije “deseo animarte y cambiar nuestro estilo de vida y ser de inspiración a otras mujeres que sienten lo mismo porque estamos convencidos de que hay esperanza”.

No importa cuán estresada y abrumada te sientas, puedes experimentar la vida plena. Aunque hayas estado agobiada por tanto tiempo que ya ni recuerdas lo que es relajarse, reírse y sentir paz, puedes recobrar en verdad esas simples alegrías de la vida. Y desde ahora decidimos las dos hacer un pacto y decidimos decir en voz alta, acogeré los buenos momentos con brazos abiertos, saldré a caminar y a sentir el sol en el rostro, y aprenderé a reír, aprender a reír pero de verdad.

Por sobre todo, recibiré todo el amor que venga a mi vida y me aferraré a él como si mi vida dependiera de ello. A veces no necesitamos un nuevo escenario, sino nuevos ojos. Y ahora debemos ya quitarnos esas palabras negativas: “Estresada, cansada, obstinada, triste”, y que a veces nos ponen más agobiadas y mejor vamos a mencionar palabra como: ¡Soy una mujer llena de vida, afectuosa, confiable, decidida, gozosa, brillante y vital!