La ermita de Femandiel está situada dentro de la dehesa del mismo nombre, en el término de Muga de Sayago, a poco más de cuarenta kilómetros de la ciudad de Zamora.
El señorío de Femandiel fue vendido por el Cabildo zamorano al arcipreste de Sayago en 1216. En 1402 , la dehesa fue comprada y donada a dicho Cabildo por el canónigo Alfonso García. Una vez desamortizada fue adquirida por el marqués de Miraflores en 1844, y posteriormente pasó al pueblo, que sigue hoy manteniendo su propiedad.
Su planta es rectangular, con tres tramos separados por dos arcos ligeramente apuntados. La cabecera, de testero recto, es más larga y estrecha que la nave.
Está realizada en piedra de sillería y mampostería , con cubierta de madera y tejado a dos aguas .
Nada hay , exterior o interiormente , que nos ayude a datar su arquitectura con precisión, pues su factura es totalmente popular , pero parece ser de época tardomedieval.
Documentalmente sólo sabemos que su sencilla espadaña , situada a los pies de la fábrica, que corresponde a la parte occidental , fue realizada a fines del siglo XVIll .
Al interior se accede por la puerta del mediodía , la única con arco de medio punto. Por encima de ella, bajo la cubierta del porche, hay un escudo heráldico, el mismo que aparece en el exterior del testero, que corresponderá a las armas de quien ostentó el patronato de la ermita o el señorío de la dehesa.
El presbiterio alberga un retablo barroco de madera, compuesto por un solo cuerpo, con banco y ático.
Realizado en la primera mitad del siglo XVIII, fue dorado por el zamorano Francisco Pérez, a quien a fines de dicha centuria se le pagaba la obra realizada.
Su única calle, flanqueada por columnas decoradas con racimos, hojas, sarmientos y zarcillos, acoge la imagen titular de la ermita: Nuestra Señora de Femandiel.
Se trata de una talla de 125 cm. de altura que representa a la Virgen con el Niño en sus brazos. Fue realizada hacia 1568 por Falcote y policromada en 1581 por el pintor Remesal . Una vez desvestida observamos que era de madera de nogal, vaciada interiormente por el reverso e indignamente retocada y repintada, aunque todavía conserva restos de policromía realizada con la técnica de esgrafiado a base de motivos florales.
La Virgen está de pie, en contrapposto, vestida con camisa corta plegada y ceñida a la cintura, sayo y manto, recogido bajo el brazo izquierdo, en cuya mano sostiene al Niño, desnudo, que mantiene una esfera en la mano izquierda mientras parece bendecir con la diestra ; es curiosa la disposición cruzada de sus piernas.
El ático, adintelado y flanqueado por alerones, alberga un lienzo muy flojo que representa a Jesús y a san Juan Bautista, niños.
Lo más interesante de la ermita son las pinturas murales renacentistas, realizadas al fresco, que recorren los paramentos interiores de su cabecera y tramo central, y que constituyen una verdadera catequesis visual para quien las contempla.
No desconocemos que en algunas zonas de nuestra provincia, como Aliste y Sayago económicamente poco favorecidas, e incluso dentro de la geografía lusa limítrofe, aún se conservan en iglesias y ermitas numerosas pinturas murales, unas descubiertas y otras veladas por los enlucidos posteriores. Baste citar aquí las de Vivinera, Torrefrades, Roelas, Villar del Buey, Villamor de Cadozos (humilladero), Palazuelo de Sayago,etc.
Todas ellas vienen a ampliar y continuar en el tiempo la corta nómina de pinturas murales medievales, más estudiada ya por los investigadores.
La peculiaridad de las de Fernandiel reside no tanto en su calidad cuanto en la extensión de temas representados y su riqueza iconográfica.
Estas pinturas, realizadas en pleno siglo XVI, han llegado hasta hoy algo deterioradas por la luz, la humedad y las pequeñas obras de reforma de la fábrica, pero con toda su frescura original por no haber sido nunca revocadas.
Documentalmente sabemos que las correspondientes al arco que separa la cabecera de la nave, Santa
Ana, la Virgen y el Niño Jesús (lado del evangelio) y Santa Brígida (lado de la epístola), fueron pintadas alrededor de 1541 por pintores hasta ahora desconocidos para nosotros.
Extraido del : ANUARIO 1988 INSTITUTO DE ESTUDIOS ZAMORANOS "FLORIÁN DE OCAMPO"
(JOSÉ ANGEL RIVERA DE LAS HE RAS)