De este modo, Ernst & Young estima que España sólo podrá recortar su déficit al 4% en los tres próximos años, un punto más que el exigido por el Pacto de Estabilidad Financiera. Pese a ello, la firma ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para éste y el próximo año en dos décimas, al contemplar ahora una caída del PIB del 0,2% en 2010 (una décima mejor que la esperada por el Ejecutivo) y un crecimiento del 0,6% en 2011 (frente al 1,3% que prevé el equipo de Zapatero).
En cuanto a la Eurozona, señala que los planes de ajuste fiscal acometidos por los estados miembros debilitarán el PIB en 2011, al reducir el crecimiento del 1,7% al 1,4% de 2011. Además, se espera un crecimiento desigual entre los 16 países que comparten el euro. El economista jefe del informe Ernst & Young Eurozone Forecast, Marie Diron señaló:
"La Eurozona será capaz de salir de esta crisis, aunque dependerá en gran medida de los países del Norte de Europa. Pero las turbulencias en los mercados financieros añaden más incertidumbre a la economía, por lo que este escenario podría empeorar"En concreto, Alemania seguirá liderando la recuperación económica con un crecimiento del 3,5% para este año y del 2,1% para 2011, lo que contrastará con las caídas de PIB del 3,3% estimadas para Grecia y del 0,7% para Portugal en el próximo año.
De entre todos los escenarios previstos por Ernst & Young, existe un 45% de probabilidades de que el conjunto de la Eurozona crezca un 1,4% en 2011, y un 25% de posibilidades de una recuperación más lenta, con un PIB inferior al 1% el próximo año y al 0,8% en 2012.
El peor de los escenarios previstos por la consultora, esto es, una crisis financiera a gran escala, tiene una probabilidad del 10%, y se produciría como consecuencia de un agravamiento de la crisis de la deuda soberana. Si este fuera el caso, el PIB de la Eurozona se contraería entre un 2% y un 3% para los próximos dos años. Por ello, Ernst & Young insta al BCE a realizar una nueva inyección de liquidez, como ya ha hecho dos veces la Reserva Federal, para afrontar los retos de una nueva oleada de crisis de deuda e impulsar el PIB un 2% en 2012.
"Resulta inquietante que el BCE se muestre en contra de la estrategia de expansión cuantitativa. Esta postura podría dejar a esa institución sin alternativas para contrarrestar el impacto de una hipotética nueva crisis de la deuda soberana", aseguró Diron, quien también sugirió un 'plan B' sobre la política monetaria de la Eurozona. En este sentido, la consultora recomienda no incrementar los tipos de interés, situados en el 1%, hasta finales de 2011.
En cuanto al mercado de trabajo, también constata las diferencias "evidentes" entre los miembros de la Eurozona, ya que la tasa de paro oscilará entre el 4,4% de Austria y el 20,4% de España. Para los países periféricos, prevé que la tasa de desempleo se mantenga en plano en el "mejor de los casos".
Así pues, no considera que el número de parados en la zona euro se reduzca de los 15 millones de personas hasta 2013. "Es poco probable que se repita el nivel de crecimiento de 2010 a tenor del agravamiento del mercado de bonos y la incertidumbre existente sobre las finanzas públicas y el sector bancario", apostilló el economista jefe de Enrst & Young.Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización