Me cuenta un lector y es fácil comprobarlo que hasta hace unos días el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) publicaba en su web su evidente conflicto de intereses con el laboratorio farmacéutico y fabricante de vacunas GlaxoSmithKline. Hoy –quizás por las numerosas referencias a ello en este y otros blogs y a la campaña de marketing del miedo que lleva a cabo dicha institución sanitaria para aumentar las vacunaciones infantiles con motivo del aumento de casos de sarampión– han decidido ocultar al público esta importantísima información, se supone que con la “sana” intención de que el público les conceda una credibilidad que no se merecen.
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Supongo que se tratará de un error del sistema, de algo transitorio. Ya hemos comentado en ocasiones que la peor campaña antivacunas es la de la falta de transparencia. Esa es una de las principales razones por las que la ciudadanía está perdiendo la “fe” en las vacunas, en general, pese a que sea más cómodo “fabricar” el enemigo “antivacunas” que poco menos que amenaza la salud pública.
El Comité Asesor de Vacunas ha de recuperar la transparencia, declarar sus conflictos de interés pues ha elegido para su financiación una fuente entre cuyos legítimos intereses está fabricar vacunas. Sin declarar ese posible conflicto de intereses cuando David Moreno, coordinador del Comité Asesor de Vacunas, aparece en los grandes medios de comunicación no sabemos si habla con sinceridad preocupado por la salud de la infancia o como portavoz de su patrocinador, GlaxoSmithKline. Eso sí que es un error del Sistema.