Otro error que viene de la mano con el concepto de bajar precios es bajar costos. Es así entonces que los fabricantes comienzan a querer economizar en la calidad de los materiales de sus productos. Le recomendamos fervientemente que no proceda de esta manera. Su reputación, la reputación de sus productos, se evaporará rápidamente, y ya no podrá volver a levantarla de sus cenizas. Sacrificar calidad, jamás puede ser una buena decisión.
En conclusión, vender más, y no economizar en estos rubros clave, es lo que lo mantendrá en el negocio. Puede parecer arriesgado, pero en definitiva, es la confianza en usted mismo, en su marca y sus productos lo que le ganarípica historia de amor narrada a travá la pulseada a la crisis.
Autor Victor Perez Acosta
és de una inhóspita, vigorosa e impulsiva odisea cuya meta es la redención.
¿Quién sale?
Quienes la buscan son nada más y nada menos que el reciente ganador de la Concha de Oro, Peter Mullan (esta vez ante cámara) y la televisiva Olivia Colman. De ambos se asegura, ofrecen dos de las mejores interpretaciones que el próximo 2011 nos ofrecerá de la mano de Paddy Considine.
¿Qué es?
"Te doy mis ojos" + "Indefenso"
¿De qué va?
Hombre alcohólico, cerca de los cincuenta, viudo, sin trabajo, sin hijos, sin futuro y, desde el minuto 3 de película sin perro pues lo mata a patadas en un ataque de ira de lo más común, conoce a una mujer maltratada, menopáusica o casi, creyente aunque cada día menos, sin hijos y con un marido que, entre otras lindezas, le orina encima. Hombre y mujer al principio se odian y luego se aprecian y se abrazan y bailan y cantan y llegan a besarse y así, evitando espejos, viven su inevitable hundimiento de la mano. Bienvenidos al Apocalipsis cotidiano de la nueva Inglaterra.
¿Qué ofrece?
Un drama, perdón, El Drama de la pasada Berlinale. La platea llena, la gente en silencio, algunos movimientos incómodos en las sillas ante las escenas más desagradables, y al final de la proyección mientras suena una canción pop, alguna que otra lágrima y muchas ganas de salir corriendo de ese cine donde durante una hora y media uno es espectador de un drama humano firmado de forma excepcional. El riesgo parecía obvio: ¿quién querría pagar 8€ por ver algo así? Dos perdedores que pierden todas y cada una de sus partidas. Gente fea que vive en casas feas, trabaja en tiendas vacías y habita un mundo gris donde todos beben, gritan y hablan mal mientras intentan recordar la última vez que sonrieron.
La solución también parece obvia. Cualquier buen amante del cine que no quiera perderse una de las mejores películas del año ni el mejor drama (anti)romántico de los últimos tiempos. Festival Films nos brindará la oportunidad tras devastar al público donostiarra.