Carola Chávez.
Hace un año, American Airlines dejó se volar a Venezuela porque, según ellos, el gobierno malvado se negaba a cancelar una deuda inflada de $600 millones de dólares, calculados sobre la venta de pasajes en bolívares a tasa del dólar paralelo y que reclaman se les cancelen a la tasa de SICAD. Es decir, que American Airlines, empresa que se van a llevar las hormiguitas, el año pasado, antes de irse demasiado, vendía, por ejemplo, pasajes a Miami de 750 dólares en cien mil bolos, que si los calculamos a la tasa Sicad, que es lo que ellos pretenden que se les cancele, serían $8.300 por cada pasaje. Un negocio redondote, pensaron. Como el gobierno maluco chavista, siempre atentando contra la libre empresa, revisó esas cuentas y no le cuadraron, American, a modo de chantaje idiota, redujo sus vuelos a su mínima expresión.
Esta semana, sorpresivamente y sin que las condiciones por las que se fueron hubieran cambiado, American anunció su regreso apuradito. Tres días después nos enteramos que su retorno se debe a que otra aereolínea, haciendo lo que hacen las empresas, decidió tomar el mercado cautivo que la pataleta de American Airlines le había había servido en bandeja. ”Hay un enorme mercado con una enorme demanda necesitada de servicio” – Dijo un ejecutivo de la nueva linea aerea, refiriéndose a los tradicionales viajeros mayameros, esos que reservan sus cupos hasta con un año de antelación, esos que no dejan avión con asiento vacío, ahí esperando que alguien los quiera llevar a Disney World. American Airlines regresó porque Dynamic Airways, una empresa desconocida, le vino a soplar el bistec con pasajes a mitad de precio y todo. Error de cálculo ta’ barato dame dos.
Desde Margarita, epicentro del cadivismo, durante el apojeo de la estafa, partieron montones de personas a residenciarse en Panamá, eso sí, pegados a su tracalera teta del dólar barato, mientras se quejaban por Facebook del desastre de país que habían dejado atrás. Buena parte de los “empresarios” y “grandes comerciantes” margariteños tienen a sus familias viviendo en el exterior y, como siempre, por imitación, los pequeños y medianos “emprendedores” del cadivismo, por no parecer menos, también sacaron a sus familias hacia destinos donde pudieran tener “un futuro mejor” ya que ellos mismos, con mucho esmero, estaban empeñados en que el futuro en Venezuela no lo fuera.
Desde Panamá, aplaudieron la caída del precio del petróleo, al son del “¡Y va a caer, y va a caeeeeer, ese gobierno va a caeeeeer!” Y pasó lo que pasó: el chorro se cerró. Entonces alzaron la voz en nombre del Puerto Libre, que si sin dólares subsidiados no pueden operar, aunque ellos mismos, durante la bonanza cadivera-especulativa, justificaban sus precios más altos, incluso, que los de tierra firme, porque “no trabajaban con dólares CADIVI”. Claro, ahora entiendo, no trabajaban, robaban, comprando baratijas a tasa CADIVI y vendiéndolas como artículos de lujo a tasa del Dólar Today que, por cierto, los hacía salivar con cada arbitraria subida..
El cuento es que llevan un año chillando y nadie les para, por lo que se ha iniciado un silencioso éxodo al revés: Cadiveros que regresan a vivir en Venezuela porque -¡adivinen!- Panamá es muy caro si tienes que pagarlo todo a tasa de Dólar Today. Error de cálculo chacumbele.
Y hablando de Dólar Today: desde la Asociación Bancaria Venezolana se emitió un comunicado denunciando lo que el gobierno lleva, no menos de dos años denunciando: -Copio textualmente, para que no digan que uno anda inventando cosas-.
“La Asociación Bancaria de Venezuela reitera a la colectividad, que las páginas web, redes sociales o cualquier otra de las fuentes que difunden información sobre el tipo de cambio, distintas al Banco Central de Venezuela u otros entes oficiales, no son una referencia válida y constituyen una fuente de distorsión. Por lo tanto, recomendamos no guiarse por estos indicadores para establecer el valor del bolívar respecto al dólar estadounidense o cualquier otra moneda.
La práctica de fijar un tipo de cambio de acuerdo a supuestas operaciones de mercados paralelos con montos exiguos para nada representativos de la economía venezolana, realizadas en un mercado no transparente, se traduce en una gran especulación que reporta ganancias a pocos y pérdidas a la mayoría.
Diariamente a través de fuentes no oficiales se reportan tipos de cambio volátiles, sin que lleven implícita ninguna racionalidad.
Entre estos indicadores destaca la mala práctica de fijar un tipo de cambio de acuerdo a operaciones de frontera, que representan un mercado ínfimo del que se desconoce el número de operaciones diarias.
La Asociación Bancaria de Venezuela alerta que esta situación se traduce en una espiral inflacionaria generadora de escasez y pobreza”.
Caracas, 10 de julio 2015
¡Sorpresa! Este comunicado ve la luz tras un largo silencio de cazador que espera ver caer a la presa en las fauces de sus perros, y dale que la presa no cae… Tenía que ser cosa de algunos meses y van un par de años de asedio y nada… Y los perros no distinguen entre cazador y presa y la cosa ya no da tanta risa. El cazador está amenazado por el perro furioso, aunque ligeramente porque el cazador es más poderoso, pero esto es algo inaceptable. De ahí el alerta contra el ya no tan fiel aliado que pasó de obedecer a actuar en modo autónomo psicótico. Error de cálculo tarde piaste, pajarito.
Y nosotros resistiendo. Sigan calculando, pues.