Revista Diario

Errores de cálculo

Por Drajomeini @DoctoraJomeini
Errores de cálculo Un blog se parece a una autobiografía en una cosa: en que lo único que conoces verdaderamente bien del autor es la nula conciencia que tiene de sus defectos. Yo he intentado que eso no ocurra en este blog poniéndome de un bonito subido. He confesado que soy mala madre (aunque, leyendo a otras madres, me he dado cuenta de que el término correcto sería madre imperfecta), pésima conductora, blogoadicta y cavernícola digital. Pero, por ahora, no he tocado el tema de mi profesión. Por orgullo. Por vergüenza. No sé por qué. Y es que, como buena anestesioblasto, he metido la pata en numerosas ocasiones. Me he olvidado mil veces de conectar el respirador después de intubar, hasta que oigo el "ejem, ejem" del adjunto de turno. He hecho punciones durales (no muchas, gracias a Dios, pero las he hecho) y me han comido los remordimientos al ver a mis pacientes con cefalea al día siguiente. He pinchado arteria carótida cuando debería haber pinchado yugular interna. Y he roto venas periféricas a mansalva. El otro día, en mi guardia, la Dra Vibropower, energía pura en frasco pequeño, me cogió bajo su ala y estuvo ayudándome en Rea con un paciente complicado. Y mientras ella manejaba volúmenes respiratorios e iones arriba y abajo, yo iba sintiéndome cada vez más y más pequeña (a pesar de que mido 1.76 y ella debe andar con el 1.55). No sé si es una crisis porque dentro de un mes soy R mayor o qué, pero, de vez en cuando, me entran los siete males, la sensación de que no voy a ser capaz, el miedo a meter la pata irremediablemente. Y me siento un poco como el mago aficionado. De cara a la galería hace bien su truco. Entre bambalinas, sabe que sólo es un farsante y que le queda mucho, mucho, pero mucho por aprender de magia para ser bueno en lo suyo.

Volver a la Portada de Logo Paperblog