Revista Ebusiness

Errores de lógica a la hora de emprender: Efecto del exceso de confianza

Por Motivia @universomotivia

El otro día estaba en la sección de libros del Corte Inglés de Princesa, en Madrid, y di conEl Arte de Pensar de Rolf Dobelli. En este libro el autor expone una serie de “errores de lógica” que nos suelen suceder en el día a día. Los define como desviaciones sistemáticas respecto de la racionalidad, de los pensamientos y comportamientos óptimos, lógicos y sensatos. Por ejemplo, nos habla de por qué sobrevaloramos nuestros conocimientos con más frecuencia que los infravaloramos. O bien, el riesgo de perder algo nos mete más prisa que la perspectiva de ganar algo. Y así un largo etc.
Reflexionando sobre estas “verdades” me di cuenta de cómo afectaban al proceso de emprender (experimentado en mis propias carnes) y que si las conoces, posiblemente será más fácil no cometer los mismos errores.
Me he propuesto escribir una serie de entradas en el blog en el que trataremos sobre estos errores de lógica aplicados a la puesta en marcha de una iniciativa empresarial.
Empezaremos en esta primera entrada por el “Efecto del exceso de confianza”. O lo que es lo mismo, cómo sobrestimamos sistemáticamente nuestro conocimiento y capacidades para pronosticar…y encima, de una manera notable.
Nassim Taleb ensayista (autor del libro “El Cisne Negro. El impacto de lo altamente improbable”), investigador y financiero estadounidense, miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Nueva York, interrogó a cientos de personas para conocer cuanta confianza podemos depositar en nuestros conocimientos. Realizó una serie de preguntas variadas al azar (longitud del Misisipi, consumo de queroseno de un Airbus, habitantes de Burundi, etc) y pidió a los entrevistados que eligieran un intervalo de forma que su estimación fuese correcta en un 98% y falsa en un 2%. El resultado fue sorprendente. En vez del 2% de los consultados, el 40% se equivocó con su intervalo estimado. Marc Alpert y Howard Raiffa, los dos investigadores que tropezaron por primera vez con este inaudito fenómeno, lo denominaron “exceso de confianza”.

El efecto del exceso de confianza prescinde de la diferencia entre lo que la gente sabe realmente y lo que cree saber. Lo realmente sorprendente es que los expertos padecen aún más el efecto del exceso de confianza que los que no lo son.

Prácticamente ningún proyecto se pone en marcha más rápido y con menos coste del previsto ¿Por qué sucede así? Según el autor, aquí concurren dos efectos. Por una parte, el clásico exceso de confianza. Por otra, una sobrestimación “incentivada” de los costes por parte de gente con un interés directo en el proyecto (los emprendedores se sienten fortalecidos por las cifras optimistas, los consultores a los que se les pide opinión esperan encargos posteriores, etc.)
Visto ahora con cierta perspectiva sobre mi propia experiencia creo que tiene toda la razón. El ejercicio “intelectual” de ponerse delante de un papel (o una hoja Excel) para teorizar sobre el desarrollo de una iniciativa empresarial pone de relieve el efecto de exceso de confianza. Solemos ser demasiado optimistas incluso en los supuestos escenarios “pesimistas” que nos planteamos. Es más, tengo la sensación que cuanto más complejo sea el proyecto, cuanto mayor plazo se necesite para ponerse en marcha y empezar a tener un “feedback” real con nuestro cliente objetivo, mayor será la desviación entre lo proyectado y la realidad.
Cada vez tengo más claro que para poner en marcha un proyecto, sobre todo en épocas como las que nos ha tocado vivir, ir dando pequeños pasos y testear resultados e intentar simplificar el proyecto (menos es más) será sinónimo de éxito.

Conclusiones:

  1. Sea escéptico ante todas las predicciones, especialmente si proceden de supuestos expertos.
  2. Parta siempre de la perspectiva más pesimista en todos los planes.
  3. No dedique más tiempo del necesario al trabajo “teórico”. Puedes pasarte meses mejorando y perfeccionando tu Business Plan o tu hoja de Excel sobre las previsiones de tesorería, no vale para nada.
  4. En cuanto pueda ponga a prueba su iniciativa empresarial con clientes reales, será el mejor “test” de estrés que pueda realizar.
  5. Aplique la filosofía “lean startup” (lea el libro del mismo nombre, totalmente recomendable) siempre que pueda. No solamente para empresas tecnológicas, incluso si quiere poner en marcha un restaurante. Dar pequeños pasos y analizar resultados es la mejor manera de evitar el efecto de exceso de confianza.

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