Es habitual detectar errores en los procesos de reclutamiento de las inmobiliarias, algo casi inevitable aunque siempre existe la posibilidad de mejorar dichos procesos.
Un factor muy importante para mejorar la eficacia en los procesos de reclutamiento es aprender de los errores.
Los errores no deben valorarse como fracasos, al contrario, son la clave para el aprendizaje y el perfeccionamiento de los modelos de selección de personal para la inmobiliaria.
Las pequeñas y medianas inmobiliarias, que por lo general no cuentan con profesionales formados y cualificados en la materia, suelen sentir miedo a cometer errores en los procesos de reclutamiento.
No obstante, las inmobiliarias con un departamento de recursos humanos, y con profesionales altamente cualificados en los procesos de selección, también pueden cometer errores.
Incluso los mejores directores de recursos humanos y las personas que llevan reclutando desde hace muchos años en las inmobiliarias se pueden equivocar.
La gran diferencia es que los profesionales en el reclutamiento del sector inmobiliario aprenden de sus errores, y establecen mecanismos para conseguir implementar modelos de selección de personal cada vez más efectivos.
Los errores en el reclutamiento del sector inmobiliario.
Investigando sobre el tema podemos encontrar que se cometen una serie de errores bastante comunes en la selección de personal dentro del sector inmobiliario.
Errores que particularmente se detectan en las pequeñas y medianas agencias inmobiliarias, y en aquellas en las cuales no se cuenta con profesionales cualificados para la tarea.
Sin embargo, aunque la inmobiliaria no cuente con un departamento de recursos humanos o con profesionales expertos, los responsables de la selección de personal evitando los errores que exponemos pueden mejorar sus niveles de eficacia.
El reclutamiento finaliza al firmar el contrato.
Entre los errores más frecuentes encontramos la falsa creencia que los procesos de selección de personal finalizan con la firma del contrato.
La firma del contrato es solo una parte del proceso de reclutamiento, que comenzó con la publicación del anuncio de empleo de la inmobiliaria.
Una vez que la persona firma el contrato con la inmobiliaria para comenzar a trabajar, comienza la fase de onboarding inmobiliario, determinante para comenzar un proceso exitoso de incorporación y adaptación de la persona en la empresa.
En definitiva, la firma del contrato de un nuevo miembro para comenzar a trabajar en la inmobiliaria, debe considerarse una formalidad legal, aunque de ningún modo como la fase final del proceso de selección de personal.
Negar los errores de reclutamiento.
Tan perjudicial para la inmobiliaria es celebrar las nuevas incorporaciones como negar los errores cometidos al respecto.
Si bien es importante para la inmobiliaria celebrar los éxitos en la selección de personal, para analizar y replicar los resultados obtenidos, no menos importante es aislar los posibles errores cometidos.
Aislando los errores cometidos en el proceso de reclutamiento, la inmobiliaria estará en condiciones de mejorar sus modelos de selección de personal.
Para minimizar los errores de reclutamiento, la inmobiliaria puede aplicar el análisis DAFO, y por supuesto tiene que contemplar sus procesos de selección de personal dentro de su modelo de mejora continua implementado.
Contratar a las personas equivocadas.
En el sector inmobiliario es frecuente encontrar empresas que contratan por contratar. ¿Qué quiere decir?
Que muchas inmobiliarias ante la imperiosa necesidad de cubrir una vacante procuran cubrir el puesto a toda costa, sin detenerse a pensar en las posibles consecuencias de una contratación inadecuada.
No todos los profesionales del sector inmobiliario encajan en todas las empresas del sector; porque cada inmobiliaria tiene su propia cultura organizacional y sus códigos funcionales.
El ejemplo más claro al respecto podemos verlo en inmobiliarias de la Costa Blanca, que suelen necesitar personas con diferentes idiomas, y muchas veces el reclutamiento de dihos perfiles puede resultar algo complicado de conseguir.
Si la inmobiliaria necesita un agente que hable noruego, reclutar una persona noruega no es necesariamente la solución; porque ser noruego es una cosa, y otra muy diferente es ser un agente inmobiliario que habla noruego.
La decisión anterior terminará muy probablemente en un error de reclutamiento, porque si se contrata una persona para la inmobiliaria solo por el idioma que habla, se están dejando de lado otros requisitos casi determinantes para cubrir el puesto vacante.
La formación, cualificación, experiencia, proactividad, nivel de resiliencia, y sobre todo el perfil del candidato son determinantes para conseguir procesos de reclutamiento exitosos para la inmobiliaria.
Procesos de reclutamiento muy largos.
Los procesos de reclutamiento muy largos no suelen ser los más efectivos, al contrario, muchas veces se traducen en una mala gestión de los recursos de la inmobiliaria.
Los procesos de selección de personal en el sector inmobiliario deben ser cuidadosos y bien planificados, aunque ello no implica que los candidatos deben pasar por cinco entrevistas y diez filtros distintos.
Un proceso de reclutamiento efectivo, entre otras cosas, debe tener en cuenta el tiempo y los recursos invertidos, sin dejar de lado los elementos clave para conseguir los mejores candidatos para la inmobiliaria.
Un proceso de selección de personal efectivo no significa que deba ser lento, al contrario, tiene que ser ágil y dinámico.
Procesos de reclutamiento lineales.
Los procesos de selección de personal en la inmobiliaria deben tener distintas fases, aunque no tienen que ser lineales.
Si los candidatos pasan por diferentes entrevistas, no se les puede preguntar lo mismo, y no conviene que sean evaluados en las mismas cosas.
Cada una de las fases de reclutamiento debe tener un objetivo determinado, e incluir preguntas y variables bien definidas, porque de lo contrario la inmobiliaria puede caer en la redundancia y la ineficacia con sus procesos de selección.
Para evitar estos errores, la inmobiliaria debe planificar cuidadosamente su modelo de reclutamiento, y si el mismo es realizado por distintas personas deben colaborar activamente entre ellas.
Indistintamente de cuántas personas estén involucradas en el proceso de selección de personal, todas deben seguir el mismo modelo de reclutamiento previamente planificado.
No informar a los candidatos sobre las fases del proceso.
Es muy importante que la inmobiliaria mantenga un fluido contacto con los candidatos durante las distintas fases del proceso de reclutamiento, para informarles de su situación y mantener la sinergia positiva en acción.
Por una simple cuestión de respeto es necesario mantener informados a los candidatos, y si fueran eliminados del proceso por el motivo que fuere también es necesario comunicárselo.
Las inmobiliarias que no informan los candidatos sobre su situación en el proceso, o incluso si han sido eliminados de la selección ni siquiera se lo comunican, solamente consiguen transmitir una imagen empresarial negativa.
Es muy común encontrar candidatos en el sector inmobiliario que afirman que las empresas, al prescindir de ellos en cualquier de las fases de reclutamiento, nunca se ponen en contacto para comunicárselo.
Las inmobiliarias que adoptan dicho comportamiento organizacional en sus procesos de selección de personal, además de transmitir una imagen corporativa negativa, condicionan sus posibilidades de conseguir procesos de reclutamiento exitosos.
Finalizar las entrevistas de forma precipitada.
Entre los errores de reclutamiento dentro del sector inmobiliario encontramos las entrevistas que finalizan abruptamente.
Las entrevistas de selección de personal deben ser experiencias agradables para los candidatos, y por supuesto también para los profesionales que las realizan.
No deben ser simples acciones burocráticas y frías en medio del contexto de un proceso de reclutamiento.
Por otro lado, la inmobiliaria no sabe si posteriormente alguno de los entrevistados pasará a formar parte de la plantilla de la empresa, y si la experiencia es negativa la actitud del candidato seleccionado probablemente también lo será, o al menos llegará a la fase de onboarding condicionado negativamente.
Las inmobiliarias nunca saben si un candidato en un un futuro les puede interesar por su perfil, para el puesto ofrecido o eventualmente para otro, e incluso que un candidato pueda convertirse en cliente.
Sin dejar de lado, que los candidatos que no se sientan cómodas en las entrevistas de reclutamiento, o insulso si son tratados de forma descortés, pueden convertirse en publicidad negativa para la empresa.
Hemos expuesto los errores de reclutamiento de personal más frecuentes que se comenten en el sector inmobiliario, los cuales pueden llevar a procesos de selección ineficaces para la inmobiliaria.
Los errores que comenten las inmobiliarias en sus procesos de selección de personal, tarde o temprano, se convertirán en factores negativos que las perjudiquen, tanto a nivel organizacional como comercial.
Reclutar nuevos miembros para la inmobiliaria no es una tarea sencilla, y siempre se pueden cometer errores, aunque lo determinante es aprender de ellos para mejorar los modelos de reclutamiento.