Se acerca Navidad y llegan los almuerzos y cenas con clientes, proveedores, amigos, conocidos y ¿cómo no? la cena de la empresa con los jefes y compañeros de trabajo.
Para muchos es un marrón asistir y para otros es un acto de gorroneo en el que, como es gratis, lamen los platos de la comida y beben hasta el agua de los floreros.
En las cenas de la empresa ocurren muchas anécdotas. Algunas de ellas pueden pasarte factura o incluso hacer que acabes en la cola del paro … hay gente que pierde mucho los papeles.
Errores épicos en las cenas de empresa
¿Voy o no voy?
Esta es la pregunta del millón ¿eh? Aquí entran en juego varios factores:
- Estás quemado y no te apetece ir a reírle la gracia a tu jefe
- Eres el anti social de la empresa y odias asistir a estos eventos
- Tu jefe es un negrero
- El número de empleados que hay en plantilla
Las recomendaciones que circulan en internet indican que siempre debes ir. Hombre, si un año no vas por los motivos anteriores o porque no tienes con quién dejar a los niños, no pasa nada. Pero no deberías tomarlo como costumbre.
➡ Si tu jefe es un negrero, tienes que ir sí o sí
➡ En cuanto al tamaño de tu empresa:
Si tu empresa es de menos de 50 empleados, debes ir sin rechistar porque se nota que no estás, aunque seas un empleado gris del que nadie se acuerda de dar los buenos días a lo largo del año.
El éxito de los eventos (y reuniones) de las empresas se mide por el número de personas que hay haciendo bulto
Si tu empresa tiene 50 – 100 empleados, es recomendable que vayas, pero si no quieres/puedes, avisa a la persona que lo está organizando todo.
Si tu empresa tiene +100 empleados, nadie te va a echar de menos (bueno, tus colegas sí). ¿Tú crees que pasan lista como en el colegio? Los jefazos ni se van a dar cuenta de que no estás.
En cualquier caso, si no vas, díselo cuanto antes a la persona que está organizando todo. No hace falta que le des explicaciones y excusas. En realidad, le importa un bledo si vas o no. Posiblemente lo está organizando a punta de pistola. Sin embargo, necesita saberlo a efectos logísticos (encargar tu menú, ponerte la silla y los cubiertos, ajustar el presupuesto de comidas y copas, etc)
La ropa
Hay que arreglarse un poco. De modo que no puedes ir con el jersey gordo de lana y los leggins. Evita ponerte la camiseta de publicidad de otra empresa. Lo sé, así le tocas las narices a los jefes. Déjalo para otro momento del año.
Tampoco hay que irse al extremo contrario y vestirse como si fueras a la gala de los Oscar de Hollywood, con peinado de 4 horas de peluquería. Algunas se pasan tanto con las lentejuelas y los dorados que parecen un árbol de Navidad
Amiga, si habitualmente vas a trabajar con botas tipo UGG y no sabes andar con tacones de 11 cm
, no te los pongas para ir a la cena. En cuanto bebas un par de copas, andarás como un pato mareado y serás la risa de la empresa durante el año siguiente.Hacer el pelota
En principio nadie quiere sentarse en la misma mesa que los jefazos. Aunque siempre hay excepciones: los pelotas y lameculos.
Ellos matan por estar en los corrillos de los jefes a la llegada al restaurante, en la mesa o después en las copas.
Piensan que es un buen momento para lucirse hablando del negocio, lo mucho que aportan a la empresa, lo bien que marchan sus proyectos, bla, bla, bla …
¿Crees que los jefes quieren hablar de trabajo contigo y/o de ti en estos momentos lúdicos?
Siempre ha habido clases y tú eres de la plebe. Si no eres empleado estrella es muy complicado que te acepten en su grupito VIP.
Por otro lado, aunque no te lo creas, ellos son personas. Prefieren hablar de cualquier cosa que no sea negocio o trabajo. Serán los primeros que critiquen a la que va disfrazada de árbol de Navidad porque es más divertido que escuchar tu monólogo sobre lo imprescindible que eres en la empresa.
Comer como si no hubiera un mañana
Esto es un clásico. Como hay comida gratis, la gente devora y lame hasta los platos para que no quede un resto de comida en ellos.
Lo mismo ocurre en las comidas de trabajo en la empresa a lo largo del año. Te lo conté aquí:
Manual reuniones 100% im-productivas
Se ponen en ayuno total desde una semana antes para que se vaya haciendo hueco en el estómago. Llegan a la cena desmayados de hambre y comen por 2 ó 3.
Si el evento es tipo coctel, irán persiguiendo a los camareros por toda la sala, como los perrillos
- Cogerán varias piezas de comida de una atacada y se las meterán de golpe en la boca.
- Lo que no les quepa en las fauces, se lo guardarán en los bolsillos. No, no exagero. Fíjate en el próximo evento que vayas y después me cuentas.
Algunos no saben comer ni beber
El hambre ciega y, en ese devorar y lamer platos, a muchos se les olvidan las grandes lecciones de mama:
- Come con la boca cerrada
- No hables con la boca llena
- Los codos (y el móvil) fuera de la mesa
Olvídate de ponerte la servilleta como babero o en la cabeza. Esa broma es muy casposa y hoy en día no tiene ninguna gracia.
Una técnica para que deslice mejor la comida hacia el estómago es beber. Así que te tomas una copa de vino y otra y otra … y al final confundes tu copa con el florero de decoración del centro de la mesa. Por supuesto, te lo bebes también.
Criticar la comida y el sitio
Después de haber comido y bebido como si fuera el fin del mundo, los expertos culinarios, enólogos y sumilleres empezarán a hacer sus valoraciones a la comida y bebida.
La comida, bebida, local nunca serán de su gusto. Está muy bien pensarlo, pero no lo digas en voz alta. Si lo haces, vas directo a la lista negra de la empresa por ser un prepotente desagradecido.
Organizar una cena de navidad multitudinaria es bastante complejo. Si crees que lo puedes hacer mejor, encárgate tú el próximo año. Te dejo unos consejos para que triunfes con tu cena:
Cómo organizar la cena de navidad de la empresaSer un pesado y baboso
El vino de la cena y las copas de después hacen que te desinhibas. Te sientes guay y aprovechas para perseguir a esa persona que te gusta tanto ¿Quién sabe? Lo mismo hasta ligas y todo
Le pones ojitos, morritos … lo das todo por esa conquista.Lo malo es cuando tu no le interesas ni lo más mínimo. Si insistes pasarás a la historia como el baboso-acosador de la empresa. El próximo año tod@s huirán de ti como de la peste.
Aparecer al día siguiente en el trabajo con la misma ropa
Vale, triunfaste en la cena de empresa. Acabaste en el huerto con alguien. Enhorabuena por esa noche de desenfreno.
Pero, hombre, cámbiate antes de ir a la oficina. Tu ropa huele a alcohol y tú a sudor. Aséate, por favor.
Si apareces como la misma ropa de la noche anterior, todos (incluidos los jefazos) sabrán lo que has hecho. Sé discreto, nadie tiene por qué saber cómo acabó tu noche, especialmente si en la empresa hay una política de esas en las que está prohibido que los empleados tengan relaciones.
Recuerda que …
Siempre hay compañeros cabroncetes que documentan la cena con fotos y vídeos. Las van compartiendo por Whatsapp o subiendo a Facebook y Twitter en tiempo real.
Espero que no te pillen con caras raras, bebido, persiguiendo a alguien que pasa de ti, bailando sobre la mesa, etc. Esas fotos del desmadre a la americana en las que tú eres el protagonista serán muy comentadas y criticadas en la empresa a lo largo del año.
Lo malo de esto es que si estás buscando trabajo y un reclutador las ve en las redes sociales, ya te puedes olvidar de que te llamen para una entrevista.
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¿tienes alguna anécdota o error épico que quieras compartir para que todos nos echemos unas risas?