¿Es ‘Boyhood’ el rodaje más largo de la historia?

Cartel de Boyhood. Flickr

Es conocido que Richard Linklater nos sorprende con una forma diferente de contar historias, como ya hizo con películas como ‘Antes del atardecer’ que rodó casi a tiempo real, pero con esta película, consiguió un nuevo reto: un rodaje de tan solo 39 días, repartidos en un total de 12 años.

‘Boyhood’ constituye una mirada a la estructura de la película sobre la trama y comprime todos esos años naturales, a solo 165 minutos, algo que ocurre en la vida real cuando recordamos solo una milésima parte de lo que vivimos, para conseguir un retrato fiel de la vida, del rápido paso del tiempo, de los pequeños cambios que se vuelven grandes, y de nosotros mismos, gracias al crecimiento de los personajes o la carencia de un nudo que nos haga pensar que el tiempo ha pasado, hasta que nos damos cuenta con nuestros propios ojos.

Quizá sea esta fuerza nostálgica la que nos ayuda a ver escenas que nos marcan, al abordar todas las etapas de la vida y con las que podemos sentirnos identificados, como el CD de los Beattles que regala su padre a Mason en un intento de regresar al pasado, la conversación con su madre cuando llora al ver que sus hijos “abandonan el nido” o con su padre en el bar tras la graduación, incluso la obsesión de su madre por tirar, vender o donar objetos del pasado en un esfuerzo por evitar esa añoranza que le produce el nido vacío.

Como el propio título dice, ‘momentos de una vida’ ha conseguido compaginar pequeños detalles, como la escena en que Mason borra las líneas de crecimiento del marco de la puerta, con otros grandes eventos, como el divorcio, el matrimonio, la graduación… de forma que cuando empiezas una nueva etapa, todo cambia y no hay regreso, por ello debemos aprender de cada momento.

El hecho de que fuera una película rodada en tantos años, ha permitido que podamos apreciar con total realismo la diferencia en la moda de cada época y del propio escenario, lo que nos ayudará a sumergirnos completamente en ese realismo que se ha creado.

‘Boyhood’ se ha convertido en un pequeño “documental” de prácticamente toda la vida de algunos de sus personajes, en especial del protagonista Ellar Coltrane, quien afirma parecerse bastante, sobre todo los últimos años, a su personaje Mason. Algo que nos recuerda la comedia dramática “El show de Truman”, o películas que reflejan el paso del tiempo en sus personajes como “El cursioso caso de Benjamin Button”, pero nunca de forma tan realista.

Richard Linklater ha conseguido justo lo que buscaba, el reflejo del paso del tiempo o “tempus fugit” como decían los clásicos. Sin embargo, la obsesión por este tema ha provocado una escasez en la trama y la falta de un hilo conductor, algo que no importaba tanto al director pero si al espectador, a quien va dirigida.

De todas formas, sin duda ‘Boyhood’ ha marcado un antes y un después en la forma de hacer cine, dando un lugar prioritario al tiempo como ya antes hacían poetas como Garcilaso de la Vega en algunos de sus versos: “Marchitará la rosa el viento helado, todo lo mudará la edad ligera por no hacer mudanza en su costumbre”.

Eva Villasante Mena