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Quien no se ha preguntado alguna vez si, ¿será bueno que los niños utilicen tabletas y móviles?, pues bien, para contestarnos, el Centro Médico Infantil Cohen de Nueva York inició un estudio al darse cuenta que la gran mayoría de padres dejaban sus tabletas y smartphones a los niños ingresados en el hospital para que así se distrajeran.
Dicho estudio se comenzó con una encuesta a 65 familias, de las cuales indicaban que a su parecer veían que los juegos para móviles y tablets eran educativos y que ante todo favorecían al desarrollo de sus hijos. Aunque hay que destacar que el estudio demostraba todo lo contrario.
El informe del Centro Médico Infantil de Cohen se realizó a niños menores de 3 años, el estudio indicaba que no había diferencia de mejoras en el desarrollo de niños que utilizaban smartphones y tabletas de los que no lo hacían. Es decir, se demostró que no son más listos los niños que las utilizan de los que no. Pero lo que si observaron es que los niños que jugaban con aplicaciones no educativas tipo Fruit Ninja o Angry Birds sacaban peores resultados en los test realizados de lenguaje, ya que a la hora de hablar y comprender tardaban mucho más.
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La investigadora jefe del estudio, Ruth Milanaik asegura que “es preocupante que los padres estén sustituyendo los libros y juguetes por tablets y smartphones. La tecnología nunca podrá reemplazar la interacción entre un padre y su hijo. Hablar a un niño es la forma más efectiva de fomentar su aprendizaje.“
Los expertos al final no han sabido explicar con certeza si los peores resultados de los test a los niños ha sido debido al uso de los móviles y demás, o que mientras los niños los usan los padres no les prestan atención y no les hablan, limitando así el aprendizaje del idioma de los pequeños de la casa.
En definitiva, la tecnología puede ayudar a avanzar y hacernos la vida más fácil, pero los niños además de todo lo que le ofrezcamos, juguetes y demás aparatos tecnológicos, en muchos casos lo que necesitan es una mayor atención e interacción con sus padres.
Y es que hoy en día no nos damos cuenta pero a veces, prestamos más atención a los artilugios y dispositivos personales que a las personas y eso nos aísla, ya desde pequeñitos.