El cáncer No es contagioso.
Una persona saludable no puede “contagiarse” de alguien que ya lo tiene. No existe evidencia que indique que el contacto cercano ni tener sexo, besar, tocar, compartir comidas o respirar el mismo aire pueda causar que el cáncer se propague de una persona a otra.
Por lo general, las células cancerosas de una persona no pueden sobrevivir en el cuerpo de otra persona sana. El sistema inmunológico de la persona sana reconoce las células extrañas y las destruye, incluyendo las células cancerosas de otra persona.
Transmisión del cáncer después de un trasplante de órgano
Han surgido algunos casos en los que trasplantes de órganos de personas con cáncer han causado cáncer en personas que recibieron los órganos. No obstante, existe un factor principal que hace que esto sea posible: las personas que reciben trasplantes de órganos toman medicinas que debilitan sus sistemas inmunológicos. De esta manera sus sistemas inmunológicos no atacan ni destruyen el órgano trasplantado. Ésta parece ser la razón principal por la que el cáncer en un órgano trasplantado puede, en raros casos, transmitir el cáncer a la persona que recibe el órgano. Los donantes de órganos son cuidadosamente sometidos a pruebas para ayudar a evitar que esto ocurra.
Aun así, los estudios recientes han demostrado que el cáncer es más común en personas que reciben trasplantes de órganos sólidos que en personas que no reciben estos trasplantes, incluso si el donante no tiene cáncer. Es probable que esto también se deba a los medicamentos que son usados para reducir el riesgo del rechazo del trasplante. Estos medicamentos debilitan la respuesta inmunológica y causan que el sistema inmunológico tenga menos capacidad para reconocer y atacar las células precancerosas y los virus que pueden causar cáncer.
Transmisión del cáncer durante el embarazo
Aun cuando una mujer tenga cáncer durante el embarazo, el cáncer rara vez afecta directamente al feto. Algunos cánceres se pueden propagar desde la madre hasta la placenta (el órgano que conecta a la madre con el feto), pero la mayoría de los cánceres no afectan al feto en sí. En muy pocos casos se ha encontrado que el melanoma (una forma de cáncer de piel) se propaga a la placenta y al feto.
Los gérmenes a menudo son contagiosos.
Se sabe que los gérmenes (principalmente bacterias y virus) se pueden transmitir de una persona a otra a través de sexo, besos, tacto y compartir o preparar comidas. Algunos incluso se pueden transmitir al respirar el mismo aire. Sin embargo, los gérmenes tienen más probabilidades de convertirse en una amenaza para las personas con cáncer que para una persona saludable. Esto se debe a que con frecuencia el sistema inmunológico de las personas con cáncer está debilitado (especialmente cuando se encuentran en tratamiento), y es posible que no puedan combatir muy bien las infecciones.
Los gérmenes pueden afectar el riesgo de cáncer.
Existen algunos gérmenes que pueden desempeñar un papel en el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Esto puede hacerle creer incorrectamente a algunas personas que el cáncer es contagioso.
Virus
Sabemos que algunas formas de cáncer se encuentran con más frecuencia en personas que están infectadas con ciertos virus. Por ejemplo:
- Ciertos tipos de virus del papiloma humano (VPH, o HPV en inglés) están relacionados con los cánceres de cuello uterino, vagina, vulva, pene, ano y algunos cánceres de la boca, la garganta, la cabeza y el cuello. Sin embargo, fumar y consumir alcohol, y otros factores aumentan también el riesgo de estos cánceres.
- El virus de Epstein-Barr (VEB) se asocia con el cáncer de nariz y garganta (carcinoma nasofaríngeo), el linfoma de estómago, el linfoma de Hodgkin y el linfoma de Burkitt.
- Las infecciones por el virus de la hepatitis B (VHB) y el virus de la hepatitis C (VHC) están relacionadas con infecciones hepáticas prolongadas (crónicas), lo que puede aumentar el riesgo de cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular).
- El virus del herpes humano tipo 8 (VHH-8, también llamado virus del herpes del sarcoma de Kaposi o VHSK) está relacionado con un tipo de cáncer llamado el sarcoma de Kaposi. La mayoría de las personas infectadas con el VHH-8 no desarrollan sarcoma de Kaposi a menos que también estén infectados con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el virus que causa el sida. Algunas personas pueden padecer sarcoma de Kaposi si están recibiendo medicinas que debilitan sus sistemas inmunológicos (tal como los que se reciben después de un trasplante de órgano).
- El virus linfotrópico de células T humanas tipo 1 (HTLV-1) está relacionado con ciertos tipos de leucemia linfocítica y linfoma no Hodgkin.
- El cáncer invasivo de cuello uterino, el sarcoma de Kaposi y ciertos linfomas son mucho más comunes en personas infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el virus que causa el sida. En muchos casos de cáncer relacionado con el VIH, otros virus (como el VHH-8 o el VPH) también desempeñan un papel importante en el crecimiento y del desarrollo del cáncer.
Estos virus se pueden propagar de persona a persona (generalmente a través de la sangre o de sexo), pero generalmente la infección viral no ocasiona cáncer. Un sistema inmunológico debilitado, otras infecciones, factores de riesgo (tal como fumar) y otros problemas de salud permiten que el cáncer se origine con más facilidad.
Bacteria
Hay bacterias que pueden también favorecer el cáncer. Helicobacter pylori es una bacteria común que ahora se sabe que está relacionada con ciertas clases de cáncer en el estómago. Las infecciones prolongadas con estas bacterias pueden dañar las capas internas del estómago y aumentar el riesgo de cáncer de estómago.
Parásitos
Ciertos gusanos parasitarios que pueden vivir dentro del cuerpo humano también pueden aumentar el riesgo de algunas clases de cánceres. En Estados Unidos o en otros países desarrollados, rara vez se encuentran parásitos que pueden causar cáncer, pero están relacionados con el cáncer de vejiga y de conductos biliares, y posiblemente también con otros tipos de cáncer.
El cáncer se origina debido a cambios en su ADN.
La mayoría de los cánceres no parecen ser causados o afectados por agentes infecciosos. El cáncer se origina debido a mutaciones (cambios) que ocurren en el ADN de una persona, la configuración genética en cada célula. Estos cambios podrían ser heredados o desarrollados durante la vida. Algunos cambios ocurren sin razón conocida, mientras que otros se deben a exposición ambiental, como daño causado por la exposición a la luz solar (UV) o al humo del cigarrillo. Se sabe que algunos virus causan directamente mutaciones del ADN, que se pueden convertir en cáncer. Otros gérmenes promueven el cáncer indirectamente al causar inflamación crónica (a largo plazo) o al debilitar el sistema inmunológico de una persona. Si desea más información, consulte nuestros documentos ¿Qué es el cáncer? y Agentes de infección y el cáncer.
Los estudios científicos sobre las causas del cáncer indican que el cáncer no se propaga como una enfermedad contagiosa.
Si el cáncer fuera contagioso, tendríamos epidemias de cáncer similares a las epidemias de gripe, y el cáncer se podría propagar como el sarampión, la polio o el resfriado común. Podríamos esperar una alta tasa de cáncer entre los familiares y los amigos de los pacientes con cáncer y entre los profesionales médicos debido a su exposición a la enfermedad. Éste no es el caso.
El hecho que el cáncer podría ocurrir con más frecuencia en ciertas familias no significa que los miembros de una familia hayan contraído el cáncer entre ellos. Existen otras razones para que esto pueda ocurrir:
- Los miembros de una familia comparten los mismos genes.
- Los familiares pueden presentar estilos de vida no saludables similares (por ejemplo, hábitos alimentarios y el hábito de fumar).
- Todos los miembros de una familia pudieron haber estado expuestos al mismo químico que causa cáncer.
Algunas personas mencionan “grupos” de pacientes con cáncer que han tenido contacto entre sí, directo o indirecto, como prueba de que el cáncer es contagioso. Sin embargo, los científicos han determinado que estos grupos casi nunca reflejan una mayor incidencia de cáncer que la que se encontraría en una encuesta aleatoria entre el público en general.
También resulta imposible asegurar que los factores ambientales y culturales, como la alimentación y el estilo de vida, no son responsables cuando se estudian las causas de los cánceres de grupo. (Para más información sobre este tema, lea nuestro documento en inglés Cancer Clusters.)
Las personas con cáncer necesitan estar cerca de otras personas.
Aun hoy día, familiares, amigos y compañeros de trabajo de la persona que tiene cáncer se alejan algunas veces al enterarse de su enfermedad. En consecuencia, las personas con cáncer a menudo expresan que se sienten aisladas y solas.
Usted no tiene que alejarse de alguien con cáncer, pues no es una enfermedad que se contrae por estar en contacto con alguien que lo padezca. No tenga miedo de visitar a alguien con cáncer; pues él o ella necesita que le visiten y le apoyen.
Fuente: www.cancer.org
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