Es domingo cada día
Autor: Charles M. Schulz
Editorial: Debolsillo
ISBN: 9788490622889
Páginas: 287
Sinopsis
Es domingo cada día recopila las mejores tiras de Snoopy y sus amigos, ideados por Charles M. Schulz, cuando se cumplen 65 años de la creación de tan entrañables personajes. Carlitos, Woodstock, Lucy, Linus y otros muchos acompañan a este simpático perro en unas aventuras que no podrían ser más tiernas y entrañables.
Reseña de Mustis
El día 2 de octubre de 1950 Charles M. Schulz creó la primera tira de los Peanuts. A partir de entonces nunca dejó de trabajar dibujando a estos personajes hasta prácticamente el día de su muerte. Este libro recopila sus mejores tiras agrupadas por décadas, para que los lectores podamos revivir esa sensación de sentarnos con el periódico dominical y un café a disfrutar de las aventuras de la simpática pandilla.
Al estar ordenadas cronológicamente, podemos ver si hubo o no evolución en las ilustraciones de Schulz. Yo he apreciado que sí que hubo un cambio entre los primerísimos dibujos de los años 50 y todos los posteriores, pero a partir de ahí Carlitos y sus amigos no experimentaron prácticamente ninguna variación; los dibujos de los años 60 y los de los 90 tienen exactamente el mismo estilo. También he podido ver que en las primeras tiras Snoopy prácticamente no aparece, pero que rápidamente toma protagonismo para convertirse pronto en uno de los personajes principales, seguramente debido al cariño que le tomaron los lectores.
Leyendo Es domingo cada día no me extraña el éxito que estos dibujos han tenido ininterrumpidamente desde su creación: en mi casa ha pasado por las manos de toda la familia, desde el peque de siete años, pasando por el de doce hasta los adultos, todos hemos disfrutado muchísimo de las historias de los Peanuts. Eso sí, cada tipo de público de una forma distinta: los niños se identifican con la ternura y la inocencia de los personajes, y los adultos vemos un poco más allá en lo que Charles M. Schulz nos quería contar.
Hay historias que se repiten a lo largo de los años y que, aunque siempre sean parecidas, nos hacen la misma gracia una y otra vez. Me refiero, por ejemplo, a ese Snoopy subido en su caseta con su máquina de escribir y tecleando "Era una noche oscura y tormentosa". O Lucy siendo siempre testigo de los fallidos intentos de Carlitos de hacer volar una cometa. ¿Y qué me decís de Lucy intentando conquistar como sea a Schroeder, que ni la escucha porque está tocando su piano?
Los Peanuts son una pandilla tan dulce y divertida que es difícil que no nos lleguen al corazón. A pesar de la muerte de su creador en el año 2000 su éxito sigue intacto; como muestra, pronto se estrenará una película sobre ellos. Yo sólo puedo darle las gracias a Charles M. Schulz por dejarnos tan entrañable legado.
Esta reseña fue publicada anteriormente en Anika entre libros