Revista Diario

¿Es egoísta cuidar de nosotras mismas?

Por Belen
¿Es egoísta cuidar de nosotras mismas?
Hay veces que toda madre necesita desconectar, pulsar el botón OFF y olvidarse del mundo aunque sólo sea por unos instantes. Yo necesito hacerlo, no sé vosotras. Necesito escaparme un poco, disfrutar de mi soledad o de la compañía de otras personas, según el momento. Y no hablo de quedar en familia, no, hablo de cuidar mi faceta individual, dejando a un lado la de madre. 
Sé que muchas os echaréis las manos a la cabeza, no es la primera vez que me han dicho eso de 'pues a mi mis hijos no me estorban y no necesito estar sin ellos'. Oye pues fenomenal. A mi no me estorba mi hijo, sólo faltaba. Y esto no me sucedía tanto cuando él era más pequeño. Pero son ya 8 años de maternidad, y no precisamente de las fáciles. Además sus necesidades (muchas, muchas, muchas), a pesar de todo, han ido cambiando y mi papel también. 
Y no sé si seré la mejor o la peor madre del mundo, pero a veces me siento un poco sobrepasada, me ahogo, esa es la verdad. Cierto es que yo paso muchas horas en casa (cosas de mi trabajo) y mucho tiempo con el niño (cosas de su especial crianza). Tengo amigas que tras pasar una larga jornada laboral fuera de casa, corren raudas a encontrarse con sus churumbeles y tan contentas. No es mi caso. Yo siempre estoy y eso, señoras mías, pasa factura. 
En mi caso pasa factura emocional y el verano es el peor momento además. Hace ya tiempo que noto que hacer pequeñas escapadas de vez en cuando logra unos efectos muy positivos. Ya digo que no sé si seré buena o mala madre, pero tonta soy un rato y al principio sentía mucha culpa. Joder con la culpa. Y no penséis que dejaba al niño en cualquier lado, ¡le dejaba con su padre!
Con el paso de los años he aprendido que la maternidad es un punto de inflexión para toda mujer, donde aprendemos mucho de nosotras mismas, donde nos entregamos enteramente a otro ser, nuestro hijo. Pero esta maternidad más madura me está enseñando que, en ningún caso debes descuidar tu YO, tu individualidad. Hay que saber escuchar y atender tus necesidades. Por cultura y también por nuestra biología nos entregamos por completo en esto de la crianza y tendemos a descuidarnos mucho, dejando de lado nuestras propias necesidades sean del tipo que sea. 
Por eso ahora busco mi espacio, mis momentos, reencontrarme sólo conmigo misma. A veces lo consigo dando un paseo, pasando un rato en el gimnasio o aislándome en mi cuarto con un poco de música. Otras necesito compañía y risas de amigas. Puede que suene banal el hecho de buscar un momento para cerrar los ojos y sentir el silencio, o coger el teléfono y llamar a esa amiga con quien necesites hablar, o irte con tu chico a tomar un helado, pero es tan efectivo. En todo este proceso a quien echo de menos es a mi pareja, extraño esos momentos de estar juntos, solos. La necesidades de Rayo (algo especiales la gran mayoría de las veces) hacen que esos momentos a solas no los hayamos podido tener desde hace tiempo, sólo cuando se va por fin a dormir, pero estamos ya tan cansados y exhaustos que dan para poco. 
Conclusión: no te descuides, tus necesidades son muy importantes, valórate y date lo que necesites. Eso repercutirá de forma muy positiva en las personas que te rodean, tus hijos, tu pareja, tu familia, tus amigos. Hay quien dice que eso es ser egoístas, bueno pues ¡seamos egoístas! Para cuidar a los demás hace falta que te cuiden a ti, ¡empieza a hacerlo tú misma!
Y tú, ¿te cuidas?


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