Enmanuel Faber, presidente de Danone
Las tendencias coinciden en poner en el centro el bienestar de las personas, para abandonar definitivamente las prácticas empresariales de "cortísimo" plazo o mejor dicho especulativas, donde lo prioritario es obtener beneficios a costa de las personas y de la sociedad. Esto choca frontalmente con los nuevos valores que tenemos que construir y por ello este modelo de gestión ha entrado en un punto de inflexión
Hay motivos para ser optimistas, aunque seamos algo cínicos: es muy difícil continuar y superar el despilfarro de recursos habiendo llegado a la aberrante obsolescencia programada y tampoco tiene recorrido defender una empresa de gestión autoritaria donde la desigualdad es lacerante. Los "millennials", los jóvenes que les siguen y la sociedad en general quieren una empresa más eficiente y comprometida con el medio ambiente y también, como personas conectadas, quieren una gestión donde a la utilización de las tecnologías digitales sea más eficiente, aprovechando su capacidad para crear entornos de trabajo colaborativos.
Así pues, es el momento de apostar por una nueva empresa más colaborativa, por un nuevo modelo de gestión, recuperando algunas ideas y una expresión que oí hace muchos años ¡Quien tiene un MODELO DE GESTIÓN tiene un tesoro! Sin duda, deberá ir más unido a las personas (consumidores o trabajadores), que a las máquinas, a la tecnología o el capital. Es interesante escuchar lo que decía, según Iñaki Gabilondo el “Cura de Mondragón”
Desde luego, ¿Quién lo diría? cuando parece que estamos a las puertas de una nueva crisis y cuando lo financiero aunque lo arrasa todo, empieza a ser cuestionado. Pues lo dice, como se ha comentado DANONE y lo ha demostrado MERCADONA poniendo en práctica un modelo exitoso, donde el capital no ha sido lo esencial (por ejemplo no cotiza en bolsa).
En efecto, son elementos básicos del modelo actualizado en 2008 por Mercadona y muy conocido en la sociedad, el CLIENTE que en “jerga” interna es el “Jefe” y los TRABAJADORES, lo cual es lógico e inteligente.
Parte de una premisa universal: “para poder estar satisfecho, primero hay que satisfacer a los demás”. En consecuencia, orienta todo su modelo de gestión hacia la satisfacción completa de sus clientes, objetivo que sólo puede lograr si consigue que los trabajadores estén satisfechos. Esto es cierto, sobre todo en actividades de servicios, pues el que produce y presta el servicio es la misma persona que tiene que satisfacer al cliente. Por eso es importante “pensar en dar la vuelta al organigrama” en una sociedad con una tendencia imparable a la robotización y al desarrollo de los servicios
Haciendo nueva empresa
En definitiva, la transformación digital, la economía circular y la necesidad de gestionar más eficientemente con y para las personas, nos marcan el camino del necesario cambio en el Modelo de Gestión. Es el momento de hacer una empresa más colaborativa para generar beneficios sostenibles en el tiempo y abandonando definitivamente las prácticas especulativas de las últimas décadas.