Muchos se preguntan si el papa Francisco es diferente a otros pontífices o es un político mas que gobierna un Estado (el Vaticano) y que sabe dirigirse a las multitudes.
Numerosos observadores y expertos reconocen que el papa argentino tiene detalles y dice cosas interesantes, pero se extrañan de que las diga sin alzar la voz, como si no fuera consciente del terrible estado de injusticia que está destruyendo el mundo y que tiene postrados y contra las cuerdas y acosados por el sufrimiento a millones de ciudadanos explotados y aplastados por sus políticos.
La sospecha de que el papa es un político mas crece cada día porque no impone grandes cambios en la propia Iglesia y porque en lugar de hacer sonar las sirenas de emergencia mundial, parece que predica desde el púlpito, un domingo cualquiera.
El papa acaba de arrancar aplausos en el corazón de la Europa corrupta y divorciada de los ciudadanos y del bien y los que le han aplaudido son los culpables principales de la injusticia reinante, vulgares subyugadores de ciudadanos asfixiados con impuestos que solo sirven para mantener sueldos de lujo y Estados gigantescos, de los que viven millones de políticos dedicados a ordeñar y a gobernar desde las alturas, sin sensibilidad ni sentido de justicia.
Las cosas en Europa deben estar mucho peor de lo que creemos cuando todos han aplaudido al papa que les ha afeado los grandes males de Europa, lo que no deja de ser un ejercicio de cinismo propio de políticos corruptos, dispuestos a aplaudir y a hacer cualquier cosa que sea necesaria con tal de que todo siga igual.
Los burócratas y líderes europeos están podridos hasta las cejas porque no hay mayor cinismo que aplaudir a quien te acusa sin que se tomen medidas para atajar los males denunciados. Si están de acuerdo con lo que ha dicho el Papa ¿Por qué no tomaron las medidas correctoras oportunas hace tiempo? ¿Por qué todos pensamos que tampoco las tomaran ahora?
Europa es el reducto del mundo donde se obliga a pagar mas impuestos a ciudadanos, cada día mas atribulados e indignados ante los abusos de los políticos. Se pagan impuestos hasta tres veces por el mismo ingreso: cuando se cobra el sueldo, cuando se compra un producto o un bien con ese dinero que queda y una tercera vez: cuando esa riqueza, que ya ha sido expoliada dos veces, se transmite en herencia.
El algunos países europeos, entre ellos España, mas concretamente en regiones gobernadas por políticos de voracidad fiscal insaciable, como Andalucía, miles de familias renuncian a las herencias de sus padres y familiares y se las dejan al gobierno porque no pueden pagar los impuestos que les exigen políticos desalmados.
Son decenas de miles los políticos actuales, incluso aquellos que se autoproclaman demócratas, que se parecen a los antiguos bandoleros y salteadores de caminos, pero sin tener que jugarse la vida robando caravanas porque han conseguido que los pobres asaltados les ingresen el dinero en sus cuentas.
Antes los políticos justificaban ese expolio afirmando que el Estado era muy costoso porque prestaba grandes servicios de calidad, pero ahora, tras haber desmontado el Estado de bienestar y haber bajado sustancialmente la calidad de la salud pública, la protección de los débiles, las pensiones, la educación y otros servicios básicos, no hay justificación alguna para el saqueo del ciudadano.
Los impuestos abusivos que se cobran cada día se utilizan menos en proteger a los mas débiles o en pagar servicios de calidad necesarios. Con descaro y desprecio a la ciudadanía sirven, sobre todo, para mantener rodeado de lujos y privilegios a la clase política y a financiar Estados enormes con millones de funcionarios y políticos ordeñando a diario las arcas públicas.
Si el Papa quiere hablar que hable a los responsables de la injusticia, el avance de la pobreza y el creciente dolor, pero que les diga las cosas claras y se deje de homilías dominicales. Que diga claramente que sobran políticos, que la gente ya no puede pagar más impuestos, que los altos dirigentes son los culpables de la corrupción y que el mundo que nos están construyendo los que nos gobiernan es una basura plagada de injusticia, desolación, ladrones, asesinos, proxenetas, traficantes de drogas, pederastas y todo tipo de viciosos.
Es evidente que el nuevo papa tiene buena voluntad, pero debe darse cuenta que el mundo está en estado de emergencia y que los ciudadanos están casi en estado de coma. Mientras siga hablando como habla, diciendo cosas bonitas y justas, sin coger el látigo y fustigar a los canallas que emponzoñan el planeta, envilecen la vida y siembran la injusticia y el dolor por doquier, el papa Francisco será un político mas, quizás de los buenos, pero un político al fin y al cabo.