La realidad en Gaza es una pesadilla perpetua que se ha normalizado bajo la luz de la indiferencia global. Así lo explica Spanish Revolution: “En el marco de la historia, los paralelismos entre el sionismo contemporáneo y el naz*smo son cada vez más difíciles de ignorar. Ambos movimientos, en contextos diferentes, han justificado y perpetuado la violencia extrema en nombre de una ideología perversa.
“Bajo la bandera del sionismo, el Estado de Israel ha cometido, una y otra vez, atrocidades que han sido minimizadas, justificadas o simplemente ignoradas por la comunidad internacional. Lo que Israel está llevando a cabo en Gaza es, sin paliativos, un genoc*dio deliberado y sistemático. Con más de 39,000 palestinos asesinados, de los cuales aproximadamente 15,000 son niños y niñas, el objetivo es claro: la aniquilación de un pueblo bajo el pretexto de la seguridad nacional. Los cuerpos de decenas de miles de personas siguen sepultados bajo los escombros, presuntamente muertos, en un acto que no solo es criminal, sino que busca borrar su existencia. La justificación es lamisma que se usó en su momento para los guetos judíos: "seguridad".
“La historia nos enseñó a condenar con firmeza los crímenes del naz*smo, pero ¿qué pasa cuando estos crímenes son cometidos por aquellos que una vez fueron víctimas? Cómo es posible que una nación nacida del dolor y la persecución ahora reproduzca las mismas tácticas de opresión. No se puede ignorar la brutalidad de un sistema que, en nombre de la autodefensa, destruye familias, arrasa hogares y asesina indiscriminadamente a civiles, incluyendo mujeres, hombres, niñas y niños.