Una pregunta que muchos se han hecho en algún momento de sus vidas: ¿Es la estabilidad económica lo más importante, o es vivir tus sueños lo que deberías priorizar?
Todos hemos estado en ese lugar: Cuando llega el momento de tomar decisiones y elegir una carrera universitaria la cantidad de opciones disponibles y las altas expectativas de la gente que nos rodea pueden hacer de este proceso una situación estresante.
Hoy en día es común que los jóvenes tengan aspiraciones relacionadas con el arte. A pesar de que no todo el mundo tiene el talento y la perseverancia para triunfar en este ámbito, la gente suele asociarlo con la fama, el dinero, el éxito, e incluso con la facilidad ¿Pero es una carrera en arte algo que realmente vale la pena o es solo una pérdida de tiempo?
Considerar todas las posibilidades: El primer paso
En un principio, cuando elegimos una carrera hay una cuestión que es imposible no considerar: El dinero. En mi país se puede acceder a la mayor parte de las carreras universitarias de manera gratuita (Aunque hay excepciones) pero soy consciente de que este no es el caso en el resto del mundo. ¿Podria pagar una universidad privada de ser necesario? Para mucha gente esto no es un problema, pero yo creo que también deberían pensar en las perspectivas de empleo que su carrera les proporcionara más adelante. Hallo que uno de los mayores problemas que tienen los jóvenes de hoy es su incapacidad para pensar con seriedad y sin miedo acerca del futuro. Vivir en el presente es importante, por supuesto, pero no ser capaz de establecer una meta a largo plazo o reflexionar sobre el tipo de vida que se desea para uno mismo es una gran desventaja.
La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Voy a ser capaz de vivir de mi carrera? Algunas personas consideran que es importante seguir los sueños a cualquier costo, y que pensar en dinero mata la vocación. Pero lo que en realidad es muy frustrante es estudiar algo que amas, y acabar trabajando de cualquier otra cosa por no ser capaz de encontrar un trabajo en tu especialidad. Puede llegar a ser cruel, pero la realidad es que la vocación por sí sola no siempre es suficiente para pagar las cuentas. Es importante ser realista. Entonces, si nuestra respuesta a la primera pregunta es no, hay otra pregunta que deberíamos hacernos: ¿Voy a poder con la situación cuando llegue el momento?
¿Tengo que abandonar mi sueño?
Yo también he estado en ese lugar, y es hasta el día de hoy que tengo que lidiar con personas que cuestionan el hecho de que me haya volcado a una carrera que consiste casi en su totalidad en matemáticas y tecnología en lugar de una asociada a mi vocación, la escritura. La mayoría cree que cedi ante presiones familiares, o que lo hice por el simple hecho de ganar más dinero, pero la verdad está lejos de ser esa.
Creo que las personas que tiene verdadera vocación no pueden solo suprimirla. Estudiar una carrera que no tenga nada que ver con el arte no significa necesariamente darse por vencido. En mi opinión, un artista es una persona que debe tener conocimiento no solo del arte, sino de la vida. Un aspirante a artista necesita estar en contacto con cosas diferentes, personas diferentes, lugares diferentes, y estar abierto a aprender de otras maneras de pensar y vivir. Después de todo, la inspiración puede encontrarse en cualquier lugar ¿No es así? Poder salir de la propia zona de confort es algo capaz de ayudarnos a crecer como personas, y por supuesto, como artistas.
Algunos dirán que atender a todas tus responsabilidades y trabajar en desarrollar tu capacidad artística al mismo tiempo es algo imposible, pero puede hacerse. Lleva muchísimo trabajo, eso es seguro ¿Pero quién dijo que la vida del artista es fácil?
Yo no siento que este dejando de lado mi sueño, sino que me estoy dando tiempo y espacio para crecer, descubrir, aprender, conocer mis propios límites y desarrollar mi talento hasta su mayor capacidad.
Mi conclusión es la siguiente: El mundo no es un lugar amigable para los artistas la mayor parte del tiempo. Las oportunidades de tener éxito son de una en un millón ¿Pero qué tal si somos ese uno? Todos los trabajos y ocupaciones pueden combinarse con el arte de un modo u otro, se trata simplemente de encontrar lo que funciona para cada uno. Si estás dispuesto hacerlo, hay solo una cosa más que necesitas hacer para alcanzar tu meta: Trabajar duro.