El concepto mismo de Estado federal es contradictorio, si es que sugiere que el Estado federal es un «Estado de Estados», porque «Estado de Estados», como «Nación de Naciones», es una contradicción in terminis, muy fácil de decir con palabras, pero imposible de «pensar» por los ciudadanos, por mucha libertad de pensamiento que les concedan los redactores del Tratado-Constitución. [...] ¿Cómo se las arreglarán los «europeístas», que no tienen claro –o que no han logrado consenso– si lo que quieren es una confederación de Estados europeos (manteniendo cada cual su soberanía) o unos Estados Unidos de Europa, a la manera de los Estados Unidos de Norteamérica, es decir, un Estado europeo? Un Estado que obligaría, por supuesto, a dimitir a los Jefes de Estado actuales, incluidos el Rey de España, la Reina de Inglaterra y demás monarquías reinantes descendientes del «suegro de Europa». Un Estado europeo, como sujeto, en cuanto tal Estado (no en cuanto asociación), debe tener un asiento en la Asamblea General de las Naciones Unidas que sustituya a las veinticinco sillas actuales.
Gustavo Bueno. 2005. "Tratado o Constitución"