Es hora de tratar al cómic como se merece

Que a estas alturas del siglo XXI aún exista gente que considere que el cómic no es más que un entretenimiento infantil solo demuestra la ignorancia de quien lo afirma; bien por falta de interés en ese medio de expresión o bien por algún tipo de esnobismo cultureta propio de otros tiempos que huele a cerrado y a humedad. En el primer caso es disculpable; no se puede exigir que todas las disciplinas y formatos artísticos gusten a todo el mundo, aunque bien harían en no menospreciar algo por el simple hecho de que no les guste; para gustos, colores, se suele decir, pero lo de criticar el valor objetivo de algo en base a nuestras propias limitaciones es lo que en jerga de internet se ha dado en llamar haterismo. Pero, en el segundo caso, todo mi desprecio para los que consideran que algo es inferior porque no llega a sus estrictos y elevados valores intelectuales.

El historietista e ilustrador Paco Roca (Valencia, 1969) es un artista excelso en la plenitud de su madurez que demuestra con cada trazo, cada viñeta, cada página, que el cómic merece mucho más que ser considerado un simple entretenimiento para niños y adolescentes o un arte menor. El cómic (o novela gráfica, si lo prefieren) es ahora mismo y desde hace ya varias décadas una de las expresiones artísticas más completas, ricas, complejas y estimulantes del mundo del arte: aún no tan supeditado a los beneficios empresariales como la música o el cine y -afortunadamente- aún lejos del endiosamiento intelectual de la pintura o, en menor medida, la prosa y la poesía. Paco Roca consigue romperte el alma con una simple viñeta; emocionarte con una página sin diálogos y tocarte la fibra más sensible con historias costumbristas y cercanas.

La Casa (Astiberri, 2015) es la historia de tres hermanos que vuelven a la casa paterna tras la muerte de su padre con el objetivo de adecentarla y venderla.

Regreso al Edén (Astiberri, 2020) cuenta la vida de unas mujeres que son madres, hermanas, hijas y esposas durante los inicios de la dictadura española.

Ambos libros, con mucho de autobiográfico, hablan sobre el dolor y el duelo, sobre el papel de la mujer en la España nacional y católica, sobre la familia... ambos libros emocionan y llegan a doler; y uno acaba de leerlos casi sintiendo que la historia y los dibujos te hablaban directamente a tí, intentando hacerte mejor persona. ¿Hay acaso un arte mayor y más digno que el que consigue algo así? Si aún no lo han hecho, den una oportunidad a los cómics y encontrarán un mundo de belleza, verdad, alegría, pero también tristeza, dolor y, sobre todo, compromiso.

Imagen de portada: Regreso al Edén (Paco Roca, 2020) editado por Astiberri.