En relación a mi post anterior se ha generado un debate acerca de la importancia que Laura Gutman otorga a la figura de la madre y, en consecuencia, la opinión que esto nos merece.
Antes de dar mi opinión quiero aclarar que Laura dijo al principio de la conferencia que citaba a la madre, pero que se refería a la figura maternante, puesto que en ocasiones, no es la mamá quien ejerce ese rol por diferentes motivos.
Si leeis los comentarios del post anterior, vereis que giran en torno a dos opiniones muy diferentes y que voy a resumir mucho (si quereis saber mas, os recomiendo que leais los comentarios de mi anterior post):
Por un lado, un seguidor opina que la madre no es necesaria o imprescindible para el niño, sino que cualquier persona que quiera al bebé puede ocupar ese lugar y hacer ese papel. Y una de las razones en las que apoya este razonamiento es que un niño es capaz de sobrevivir sin su madre o ser criado por diferentes tipos de familia en las que no hay mamá. Incide en la importancia de la figura del cuidador independientemente de quien sea, restando importancia a la figura materna.
Por otro lado, otra seguidora desmiente esta teoría, considerando fundamental para todo niño la figura materna.
Y como no quiero quedarme fuera, voy a daros mi opinión:
El bebé nace genéticamente preparado y predispuesto para ser acogido en el seno materno. Necesita y demanda una continuidad...la voz, el olor, el ritmo del corazón de su madre y su presencia constante, facilitan al bebé la adaptación a este nuevo mundo que se presenta ante el.
Desgraciadamente, muchas madres desoimos estas necesidades básicas de nuestros recien nacidos y los separamos de nuestro cuerpo, que es su casa, dejandolos expuestos mas tiempo de lo que a ellos les gustaría en cunas, cochecitos...Tratamos de alargar las tomas a tres horas convirtiendo la lactancia en pura alimentación, restandole todos sus otros beneficios.
En este punto, en el que la madre se separa de su bebé y rompe la diada, no comprendiendo las necesidades de su pequeño, el vínculo madre e hijo se deteriora.
Aunque lo ideal para todo recién nacido es ser acogido y cuidado por su madre, existen muchas situaciones en las que la madre no esta capacitada para acoger y atender a ese hijo. En este caso y, sin lugar a dudas, el bebé necesita otra persona que ejerza de figura maternante. Porque, aunque su madre esté incapacitada, sus necesidades siguen siendo las mismas y necesita cubrirlas con inmediatez.
Creo firmemente en la importancia de la figura del padre en la crianza, pero no creo que pueda sustituir a la madre. Porque no se trata de eso. Padre y madre se complementan cubriendo entre ambos todas las necesidades físicas y psicológicas del bebé. En cada etapa del crecimiento del pequeño, la importancia de sus papeles variará...conforme el bebé va dejando paso al niño, la figura del padre va adquiriendo importancia, equiparandose a la figura materna.
Pero para el bebé que acaba de nacer, no existe nada en el mundo comparable a su madre. Y así debe ser, porque así lo dicta la naturaleza, que es muy sabia.
Un bebé puede sobrevivir sin su madre...por supuesto. Pero sobrevivir no es lo mismo que vivir. Sobrevivir implica esfuerzo, fortaleza, lucha. Y es triste que un niño tenga que sobrevivir sin su madre.
Considero fundamental la figura del padre y de cualquier cuidador, pero siempre tienen que sumar a la madre, nunca restar. Porque para un bebé ser privado de su madre implica ser privado de parte de su ser, porque son uno solo.
Lamentablemente, no siempre las madres estamos preparadas para maternar y en esos casos, alguien debe asumir nuestro papel. Pero a ese bebé siempre le faltará algo...sobrevivirá pero tendrá serias carencias. Porque la vida le ha privado de aquello que su propia naturaleza le exigía...una madre.