Así lo afirma la tesis del profesor italiano Luigi Garlaschelli, quien, por primera vez en la historia, reprodujo una copia de la Sábana Santa con materiales y técnicas disponibles en el año 1300, según he leido en “La Repubblica“.
El profesor, que es docente de Química orgánica en la Universidad de Pavía, expondrá su experimento durante la celebración de los 20 años de vida del Comité Italiano que certifica los supuestos fenómenos paranormales (CICAP) y que tendrá lugar en Abano Terme del 9 al 11 de octubre.
La copia de la Sábana Santa fue creada en una semana, pero el experimento necesitó meses y fue ejecutado en la Universidad de Pavía y en el laboratorio de Garlaschelli.
El objetivo del profesor es demostrar que la Sábana Santa es falsa, que podría haber sido realizado por un artista medieval, y, para sostener su tesis, el científico manifestó “por fin logramos probar que se podía hacer con los instrumentos disponibles en la época”.
Según Garlaschelli, las razones de la escasa posibilidad de la originalidad de la Sábana Santa son varias:
- Una textura no usada en el primer siglo.
- La manera en la que se cubrió el cadáver, contraria a las costumbres judías del tiempo.
- El rendimiento artístico del pelo, de los miembros y de las coladuras de la sangre.
- La falta de las deformaciones geométricas, que nos esperaríamos de una huella dejada por un cuerpo humano sobre un sábana envuelto.
- Y sobre todo el hecho que el Santo Sudario apareció en Francia sólo hacia el 1357.
Para su experimento, el científico siguió el método sugerido por el estudioso estadounidense Joe Nickell en 1938 y las financiaciones llegaron del mismo CICAP y de la Unión de los Ateos Agnósticos Racionalistas (UAAR) y costó “algunos millares de euros”, desveló el científico al diario italiano, sin especificar cuantos.