Hoy me apetece hablar sobre el presidente de la Junta de Andalucía: José Antonio Griñan. Griñan fue nombrado el 23 de Abril de 2009 para este cargo. A mí nunca me parecio bien, la verdad, creo que es ilegitima su presidencia. ¿Por qué? Los andaluces eligieron a Manuel Chaves, no a Griñán.
Ante este argumento sus partidarios se defienden con el hecho de que Griñán estaba en la lista del PSOE al gobierno andaluz. De acuerdo. ¿Pero realmente votaron los andaluces por Griñán? Esto no es posible en unas elecciones sin listas abiertas. Griñan es el sustituto legal de Chaves, pero no es el sustituto legítimo. La gente votó la lista del PSOE y por tanto votó realmente por el cabeza de lista, por mucho que intente interpretarse de otra manera. La única manera de interpretar la voluntad de un pueblo es hacerle elegir los candidatos directamente, sino nos encontramos con esto, un presidente puesto básicamente a dedo, por mucho que exista el alegato de que “iba en la lista“.
En los estatutos podrá poner lo que se quiera, pero todos los que están ahí deberían ser elegidos de forma individual para que no pueda manipularse, de ninguna manera la voluntad del pueblo: con listas abiertas. Así solucionaríamos el hecho de que pase esto y que algunos partidos puedan meter a gente indeseable en sus listas, aunque esto es un tema aparte.