Revista América Latina
Posted on 1 junio, 2012 by juanmartorano
Reinaldo Iturriza López
Hace casi un año ya de la movilización del 7 de junio, convocada por diversas organizaciones que integran el movimiento popular, en el marco de una campaña nacional contra la impunidad y la criminalización de las luchas del pueblo organizado.
No conforme su importancia, es probable que algunos de quienes tienen responsabilidades de dirección política en la revolución bolivariana ni siquiera la recuerden. Por mala memoria o quizá por falta de tino a la hora de realizar análisis de la situación política. Quienes la ignoraron entonces no harán algo distinto ahora.
Su importancia, su hondo significado, radica no sólo en su composición, sino en su mensaje, y fundamentalmente en su capacidad de iniciativa, un valor inestimable en la hora de las resoluciones históricas.
Aquel día marchó por las calles de Caracas una porción del movimiento campesino organizado junto a una representación del pueblo pobre expulsado de la ciudad formal, reunido en el Movimiento de Pobladores. Agrupaciones estudiantiles y de trabajadores, artistas, militantes de la comunicación alternativa y comunitaria, colectivos feministas o sexo-género diversos, entre otros, les hicieron el coro.
El mensaje, que pudiera calificarse de irrestricto apoyo crítico al gobierno nacional y al comandante Chávez, era producto de un intenso balance también autocrítico, que intentaba poner en perspectiva amenazas y fortalezas tanto internas como externas al chavismo. De esta postura se deriva su capacidad de iniciativa.
Desde entonces, es mucha el agua que ha pasado bajo el puente, y sin duda el momento político es otro. Entre otras razones, porque la salud del comandante Chávez, y las infinitas especulaciones que al respecto publica la envalentonada prensa antichavista, tiene a más de uno confundiendo deliberadamente malos deseos con pronóstico reservado, y con ganas de darle una patada al tablero político.
Vista la situación, es extraordinariamente oportuna la convocatoria que las mismas organizaciones que ya impulsaron la movilización de hace un año (reunidas ahora como Alianza Popular Revolucionaria), están haciendo para marchar este martes 5 de junio, reafirmando el horizonte anti-capitalista del proceso de cambios, su carácter decididamente popular (es el pueblo resteao con Chávez el que se moviliza), y por la defensa y la profundización de nuestra revolución.
Hoy, como ayer, cuando se agitan fuerte las aguas de la política, cuando hay tanto equivocado por ahí intentando pescar en río revuelto, tanto desubicado pretendiéndose el pez gordo que, llegado el momento, engullirá a los más pequeños, es momento de tomar la iniciativa (no de domeñarla). Qué tal ni qué nada, nosotros lo que somos es chavistas y estamos es con Chávez.
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