Por Lau Cleo, de Lau Cleo Studio.
Es una pregunta que nos hacemos muchos fotógrafos cuando damos el paso para convertirnos en profesionales. Un estudio es el lugar donde todo fotógrafo desea trabajar, pero ¿es realmente necesario tener el nuestro propio?
Para empezar tenemos que tener en cuenta nuestras necesidades reales como profesionales. Un estudio de fotografía será un lugar donde, además de hacer fotos, nos reuniremos con clientes y probablemente también tendremos el equipo con el que procesaremos nuestras imágenes.
Parece que el estudio de fotografía es ese lugar idílico donde nos movemos los fotógrafos como peces en el agua, nuestro sueño hecho realidad, pero no siempre es necesario. Tenemos que tener en cuenta a qué dedicamos la mayor parte de nuestra producción fotográfica.
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Si queremos hacer sobre todo fotografía de book para modelos y estamos en una ciudad donde se mueve mucho este tipo de trabajos tal vez nos puede interesar tener un estudio fotográfico con varios fondos y un equipo de iluminación adecuado para ello.
Si nos vamos a dedicar a la fotografía de bebés puede ser conveniente tener un estudio, aunque no es necesario al cien por cien porque también podemos hacer ese trabajo a domicilio, así que solo necesitaríamos hacernos con el equipo de iluminación portátil. En este caso, para ocasiones puntuales podemos alquilar un estudio de fotografía en nuestra ciudad.
Si lo que queremos es dedicarnos a la fotografía de bodas puede que no necesitemos un estudio de fotografía. Las sesiones de preboda suelen hacerse en exteriores, así como las de postboda. Tal vez solo necesitemos un lugar para quedar con nuestros clientes y hacer todos los trámites. Para esto funcionan muy bien las oficinas de coworking. En todas las ciudades suele haber oficinas de este tipo de carácter público que se pueden solicitar, pero también hay oficinas privadas a las que podemos acceder pagando un alquiler muy bajo. Siempre podemos tener un despacho en nuestra casa, si es grande, o en último caso quedar en una cafetería de estilo moderno tipo Starbucks.
Una opción muy buena es alquilar un estudio de forma puntual. En casi todas las ciudades grandes hay uno o varios (en el caso de ciudades como Madrid o Barcelona) estudios disponibles para el alquiler. Estos lugares, además de contar con fondos y todo el equipo de iluminación necesario para las sesiones de fotografía también cuentan con instalaciones cómodas, nevera, vestidor e incluso ordenadores. La mayoría tienen la opción de alquiler por horas, medias jornadas y jornadas enteras.
La opción de tener nuestro propio estudio requiere de una inversión alta, no sólo por el alquiler del local, sino por la compra del equipo de iluminación y los fondos, que pueden llegar a ser más caros de lo que pensamos en un principio. Tenemos que tener en cuenta el uso real que le vamos a dar al estudio, si además de hacer fotos vamos a trabajar a diario en el local o solo lo usaremos para hacer las sesiones y reunirnos con los clientes.
He conocido fotógrafos que han comenzado alquilando un estudio por horas para luego montarse el suyo propio y he conocido también casos de otros compañeros que se han montado su propio estudio y finalmente lo cerraron para continuar trabajando puntualmente en estudios de alquiler.
Si por ejemplo nos queremos dedicar a la fotografía artística con retratos muy personales puede que podamos improvisar un estudio en nuestra casa, invirtiendo solo en el equipo de iluminación y fabricando nuestros propios fondos. Todo depende del tipo de fotógrafos que seamos o queramos ser.
La mayor parte de los fotógrafos de moda y editoriales alquilan el estudio de fotografía y meten en el presupuesto final el coste del alquiler. En las grandes ciudades cuentan con estudios para grandes producciones y todas las comodidades para un equipo grande de personas.
También puede ocurrir que en un principio pensemos que la mayoría de los trabajos estén relacionados con la fotografía de retrato y niños y nos montemos un estudio familiar para esto, y pasado el tiempo veamos que nuestro trabajo a derivado en sesiones en exteriores y alguna puntual para modelos o artistas. Siempre será mejor comenzar alquilando el estudio y comprando un equipo de segunda mano por un precio más reducido antes de hacer un desembolso mayor.
Si hemos hecho una inversión en equipo y en un local acondicionado para nosotros solos, tenemos la opción de sacarle más partido alquilándolo a otros fotógrafos por horas. No todos los estudios en alquiler son solo para uso de los clientes, conozco varios fotógrafos que alquilan sus propios estudios cuando ellos no los necesitan y así amortizar mejor la inversión.
Sea lo que sea que decidamos, tenemos que prestar atención al tipo de trabajo que hacemos, no siempre es necesario tener un estudio de fotografía para dedicarnos a nuestra profesión.
Lau Cleo es socia fundadora de Lau Cleo Studio, estudio fotográfico en Oviedo.
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