Después de las absurdeces de todo tipo que intentan influir para seguir aborregándonos, creo que va a importarme un rábano y cada dia menos que me impongan la etiqueta de "desestabilizador social por no utilizar el género apropiado", decantándome por uno neutro con respecto al empleo de la escritura y en el pronunciamiento, tanto del masculino como del femenino a la par. Estoy harto, saturado de tanta ridiculez al oír hablar a través de los medios, empleando con esmerada precaución de los tertulianos, que para evitar ser considerados olvidadizos y ridículos machistas, no tiene en consideración a un feminismo siempre presente en nuestras comunes vidas, siempre respetado va por delante la afirmación, que obligaría a emplear un estilo dual en todas las manifestaciones públicas a que diere lugar.

Por poner un ejemplo, en vez de aclarar : Los guapos y guapas de esta ciudad son más "inteligentes" e "inteligentas", lo que vendría a suponer en mi nueva degradación del idioma que nada tendrá que ver con el "esperanto" (que va para largo), correspondería a utilizar "inteligentus", que se me entendería al construir así la frase : Los " guapitus" de esta ciudad son " inteligentus ", llegando así y a la sabía conclusión de que la gramática, ortografía y redacción adaptada a la sugerencias que expongo, ahorraría palabrería, olvidos que evitarían miradas contrariadas y mucho papel al escribir menos, por el acortar y eliminar texto verbalizado y escrito en cualquier contexto, vamos algo así como el terrible predicado verbal adaptado al mundo moderno.
Quienes hayan leído este estigmatizado, desconsiderado y bochornoso tributo a la gilipollez lingüistica, que nos intentan aplicar desde las tribunas y los oráculos del poder galvanizado de la oportunidad política por hablar con más tontería de la necesaria, y la emanada por los comunicadores de reciente cuño, aparición y otros acobardados de sobrada fama, que les siguen la corriente como si fuesen "fans" de Calderón de la Barca, decirles que el respeto se lleva dentro y persevera la intención de no ofender a nadie cuando se emplea el "término disciplente" que no compromete, incluso cuando se conjuga indistintamente.


En junio de 2008, estrenándose en el Congreso de Diputados, Bibiana Aído se inventó para la ocasión la palabra "miembra" para después justificarla que regresaba de un viaje por Iberoamérica y que allí "sí se utiliza". Según ABC, todo hubiera quedado en una anécdota si a la ministra de igualdad no se le hubiera ocurrido acudir a la Academia de la Lengua y recomendar que la incluyera en el diccionario.


En España Doña Bibiana Aído (.. a enterarse a otra parte ) sólo se hacen bibliotecas para todos los españoles" ( sigue sin enterarse todavía Aído.. o todavía no ha venido de Naciones Unidas )
