¿Es peligrosa la ficción dentro de la realidad?
Publicado el 16 febrero 2011 por Grodriguez
El título de esta entrada, aunque parezca exagerado, resulta válido si uno observa casos como el que exponen en esta
nota de El País, que habla de un
Javier Cercas "calumniado" por un periodista llamado
Arcadi Espada, quien, para "demostrarle" a Cercas que el hecho de "introducir elementos no reales" en la ficción puede resultar, a veces, peligroso, decidió escribir un artículo en el que mencionaba que éste había sido apresado por la policía en una redada anti prostitución, cosa que el autor de
Soldados de Salamina desmiente y considera una calumnia.
Dice la nota:
El periodista Arcadi Espada publicó ayer en el diario El Mundo una columna en la que difundía la falsa noticia de que el escritor Javier Cercas había sido detenido en el barrio madrileño de Arganzuela durante una redada contra una red de prostitución la semana pasada. La noticia circuló rápidamente por Internet y se convirtió en objeto de comentarios. El origen era un invento total. "Ni he estado nunca en Arganzuela ni me ha detenido la policía ni tengo nada que ver con eso. Es falso. No doy crédito. Esto no es humor, es una calumnia", protestó un "abrumado" Cercas en conversación con EL PAÍS.
Y más adelante:
Arcadi Espada y Javier Cercas han mantenido -entre otras- una polémica pública a cuenta del uso de la ficción en el periodismo. Espada ya atacó en su día a Cercas por introducir elementos no reales en su novela Soldados de Salamina. Y, el pasado domingo, Cercas publicó una tribuna en este diario en el que defendía que, en ciertas ocasiones, el periódico pueda albergar artículos en los que "no todo lo que se cuenta responde a la verdad de los hechos". Lo hacía después de que el filólogo Francisco Rico utilizara ese recurso en otro artículo de opinión, donde atacaba la Ley del Tabaco y advertía que él no había fumado nunca, cuando en realidad es conocido que sí fuma y mucho.
Y finalmente:
Arcadi Espada se negó ayer, a preguntas de este diario, a precisar si lo que escribió en El Mundo pretendía ser ficción o realidad. "Mi columna está inspirada en la certeza de que Javier Cercas tiene razón desde hace años. Y el domingo pasado, en la tribuna que escribió en EL PAÍS, volvía a tener razón. Yo me he dado cuenta ahora, quizá tarde. Mi columna es un acto de contrición por mi parte", afirmó con mal disimulada ironía.
Divertido, ¿no?