Como fumador que soy, suelo leer, al menos por encima, lo que dicen los estudios sobre sus grandes males. Es muy cansino lo de: "Un estudio publicado en (no sé dónde), dice que...". Aporta ideas, similitudes, intenta concienciar... pero no acabo de creerme ninguno y me los creo todos al mismo tiempo. Creo que me explico bien, pese al juego de palabras.
Digo ésto, porque he leído varios estudios sobre la relación entre la soledad y el tabaquismo, con opiniones diversas... y me gustaría comentaros sobre qué dicen. Así que os voy contando y cada uno que saque sus propias conclusiones...
En primer lugar, nombraré las supuestas conclusiones de los cuatro estudios a los que aludo, aunque en realidad la primera de ellas parece remitirse al estudio de la segunda afirmación:
- 1º.- La soledad equivale a 15 cigarrillos al día.
- 2º.- La soledad es tan perjudicial como fumar 15 cigarrillos al día.
- 3º.- La soledad puede ser más letal que fumar.
- 4º.- La soledad hace que sea más difícil dejar de fumar.
La primera conclusión, dice estar basada en varios estudios de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos así como de dos Universidades estadounidenses: la de Chicago y la de California La segunda, lo afirma un estudio que lidera un renombrado neurólogo y catedrático de la Universidad de Harvard, valenciano de nacimiento. Conozco su reputación. Por ello sé que tiene una consulta privada en Valencia. La tercera hace referencia a "estudios anteriores" y descubrimientos posteriores de "investigadores". No cita fuentes exactas. Y la cuarta, se presenta como la más prudente. Dice haber hallado resultados novedosos pero provisionales y refiere a investigadores de la Universidad de Bristol, en Reino Unido y a una organización benéfica de salud pública que trabaja para eliminar el daño causado por el tabaco, la "Action on Smoking and Health" (ASH), de Londres, financiada por Fundaciones británicas y de fondos del Departamento de Salud y Asistencia Social, que es un departamento del Gobierno de Su Majestad, donde tiene programadas subvenciones destinadas a proyectos específicos para promover los objetivos de salud pública, de ahí que no pueda utilizarse para presionar al gobierno. Básicamente, todos los estudios mencionados, podríamos resumirlos en un axioma: la soledad es más perjudicial que el tabaco. Y a simple vista, viendo las 4 conclusiones de los diferentes estudios, me pregunto: ¿Cuál es la razón del empeño en comparar la soledad con el tabaco? Imagino que el tabaquismo lo utilizan como una especie de instrumento para medir la decadencia o degradación, física y mental, de una persona. Cuando he empezado a escribir esta entrada, mi intención era comparar los estudios y analizarlos un poco por encima, puesto que no soy ningún neurólogo ni escribo para neurólogos. Sin embargo, tras releer los estudios, veo que todos se refieren a las mismas circunstancias de la persona que viva en soledad. Que no es lo mismo que vivir sola. Puedes vivir con mucha gente y sentirte muy solo. Como dice el Catedrático de Harvard: "Lo importante no es si estás solo o no, sino si te sientes solo". Aduce el neurólogo, con un curriculum espectacular y sin duda con un desarrollo del estudio realizado, muy superior al resto. Él se centra en trasladar la conclusión, de que el sentimiento de soledad, afecta negativamente a nuestro cerebro y a nuestra capacidad cognitiva, haciendo que suframos muchos tipos de trastornos, pudiendo llegar en casos extremos a ser severos y graves. De hecho, utilizando a mi parecer, una jerga "médico-sanitaria" o incluso especializada en neurología, entre ellos (por decirlo de alguna manera), comentan que la vivencia de la soledad, como sentimiento, es una enfermedad mortal. Pero como yo me puse a leer estos estudios por la comparativa que establecían todos, ya que éstos los leí, pero había más con títulos similares, relacionando soledad y tabaco, no sé muy bien porqué (aunque como he dicho, pienso que el tabaquismo se utiliza para simular la degradación física e una persona), he acabado hablando de la soledad, cuando he empezado hablando del tabaco, ya que gracias a Dios, esporádicamente en momentos puntuales puede ser, pero como vivencia contínua, nunca he pasado por la experiencia de sentir la soledad. Así que, como he alargado mucho la entrada sin hablar del tabaco, acabaré con dos reflexiones sobre este maldito vicio que me acompaña: Yo empecé a fumar como todos los adolescentes de finales de los ochenta. Tus neuronas van bastante locas en esos momentos y nos habían vendido y nos creíamos que fumar te hacía "más hombre". Estaba socialmente bien visto. Las chicas empezaban a fumar también. Aunque ellas siempre son más inteligentes y saben dejarlo a tiempo. Solían ser lo que llamábamos "fumadores sociales". Ahora bien, eso de que casi nos señalen por la calle y los fumadores seamos los culpables de todos los males del mundo, es muy injusto. Aquí pasamos del todo a la nada, en dos días. Y cuando mis amigos/as, iban a las discotecas, no les importaba en absoluto que hubiera humo en el ambiente más que el olor que se impregnaba en la ropa. Ahora, se han crecido mucho y hasta te miran mal; te ven casi, como un deshecho social... un mal ejemplo para los niños. En mi opinión es una hipocresía ese comportamiento, pero tienes que callar. Los gobiernos hacen campañas anti-tabaco para concienciar, pero no podrían pasar sin la fuente de ingresos que les proporcionan esos impuestos que dicen que son por nuestro bien. Y hasta una de las mayores empresas del mundo, la UEFA, por un lado prohíbe toda la publicidad de empresas que comercializan alcohol en las camisetas, cuando uno de sus principales patrocinadores produce y vende alcohol. Parecido ocurría en la Formula Uno. Todos recordamos esos bólidos con publicidad en la parte trasera de Marlboro. Ahora está prohibido y ni ingresa la empresa en cestónh ¿En qué quedamos? Por otro lado, mi abuelo falleció años atrás, pocos días antes de cumplir 101 años. Fumó hasta la saciedad. Hasta en las fotos de mi bautizo, aparece con el cigarrillo en la mano. Eran otros tiempos. Hasta en el Congreso de los Diputados, he visto fumar al Presidente Suárez y a muchos más por televisión. Ahora bien, casualidades de la vida, estaba en un hospital haciendo una visita a un familiar, cuando se encontró con un doctor que llevaba una radiografía de los pulmones de otro paciente en la mano. Mi abuelo se acercó y le preguntó si la mancha negra que se veía en ella, estaba provocada por el tabaco. El doctor le contestó que la mancha era lo único que le quedaba sano de los dos pulmones. Tiró el tabaco a la basura y nunca volvió a fumar. Siempre que me veía hacerlo, me reñía. Yo le contestaba excusándome, obviamente, en que él hizo lo mismo. A lo que siempre me contestaba: "Deja de fumar que es muy malo para la salud. Yo lo hice porque no sabíamos que era malo." ¡¡¡Cuánto te echo de menos abuelo!!!