Es por tu bien.

¿Cuántas veces hemos oído esta frase? Coincidiréis conmigo en que más de las que hubiéramos deseado. Pero…¿Quién sabe realmente que es lo que queremos?

A menudo, dejamos en manos de otras personas nuestra capacidad de decidir, nuestros sueños, nuestras metas, etc. No dudo de la “bondad” que subyace tras estas palabras, pero en ocasiones, hay un trasfondo oculto…los consejos, de otr@s no son más que sus propios deseos inalcazados.

Debemos ser nosotros mismos quiénes agarren con fuerza el timón de nuestras vidas y dejar de delegar. No digo que dejemos de escuchar a las personas que nos rodean, pues en ocasiones está bien, tener diferentes puntos de vista acerca de un mismo tema, pero sí ser firmes en nuestras decisiones y orientarnos hacia aquello que nos motiva. Es decir, escuchar a las personas de nuestro entorno, sin que nos afecten en nuestra toma de decisiones.

El camino de la vida, está lleno de obstáculos que debemos ir superando. En ese camino hay diferentes tipos de personas, de las cuáles podemos aprender tanto para bien como para mal. La asertividad es un concepto que estamos hartos de escuchar pero…¿Por qué nos cuesta tanto ponerlo en práctica? Decir No. Parece fácil, ¿verdad?

Comunicarnos de forma asertiva tiene beneficios tanto en lo personal como en lo profesional, pero tod@s nosotr@s, tenemos un estilo de crianza y aprendizaje que en ocasiones, nos impide poder utilizar la asertividad sin sentirnos culpables, es decir, es difícil desaprender unos hábitos que forman parte de nuestra historia vital.

Para llegar a ser asertivos, también debemos revisar nuestra autoestima, nuestra forma de “querernos”, si somos capaces de conocer bien cuáles son nuestras debilidades y aceptarlas como parte de nuestra personalidad, entonces podemos sentirnos más segur@s de nosotr@s mism@s.

No vuelques en otras personas tus sueños, pues sólo tú sabes que es lo que quieres, cómo lo quieres y cuándo lo quieres, simplemente hay que trabajar un poco la introspección, de ésta forma seremos más conscientes de aquello que deseamos y que hasta ahora, permanecía oculto.

Comparto con vosotr@s una de las frases que me ha inspirado para escribir este artículo “celebra tu toma de conciencia, pero no le des gusto al EGO de controlarte con su arma más poderosa: LA CULPA”