¿es posible ahorrar dinero ganando poco?

Son pocas las personas que piensan o creen que ganan mucho dinero. De hecho, es común ver a empleados(as) diciendo de sus superiores "Si yo ganara lo que él o ella, no tuviera problemas financieros". Lo interesante es que, de igual manera, esos superiores dicen lo mismo de sus superiores.

En otras palabras, desde nuestra perspectiva, y basados en nuestra realidad personal, ganamos poco dinero, y cuando no tenemos el hábito de ahorrar, entonces justificamos que no podemos ahorrar dinero porque ganamos poco.

De hecho, algunos de mis clientes cuando abrimos el tema del ahorro me dicen: "Dígame usted ¿Es posible ahorrar dinero ganando tan poco? "

En ese sentido, quiero hablarte hoy sobre si realmente es posible ahorrar ganando poco. De entrada te digo que sí es posible, pero no es algo sencillo, por lo que te quiero ofrecer algunas pautas que puedes implementar en tu gestión financiera personal para que lo logres.

Lo primero que tenemos que ver en este tema es definir si existe o no una relación entre lo que se gana y se ahorra. En otras palabras ¿Quien gana más ahorra más?

La respuesta es no.

No existe una relación directa entre el nivel de ingresos respecto de la conducta del ahorro. De hecho, de acuerdo con Carlos Ponce Bustos, director de general adjunto de Análisis de Ixe Casa de Bolsa, ganar más dinero no representa un mayor ahorro.[1]

Todo lo contrario, el ahorro no está vinculado al ingreso, sino, al gasto. Esto significa que, en la medida en que gastamos menos ahorramos más.

Esto último tiene mucha lógica, porque el ahorro parte de la diferencia entre los ingresos y los egresos, es decir, el resultado positivo de cubrir los gastos. La única manera de hacer esto realidad es cuando los gastos no superan los ingresos.

No obstante, los ingresos no están bajo nuestro control, mientras que los egresos sí, por lo tanto, en la medida en que gastemos menos, ahorramos más.

Ahora, más allá de la lógica que acabo de plantear sobre el ahorro, en donde todos podemos ahorrar, independientemente de nuestra realidad de ingresos. La otra cara de la moneda es que no todos ahorramos.

Las estadísticas muestran que más de la mitad de los norteamericanos en los Estados Unidos tienen menos de 1,000 dólares en sus cuentas de ahorro[2] y esto llama mucho la atención; máxime cuando las personas se escudan en el nivel de ingresos para ahorrar, ya que el ingreso promedio por persona en esta nación, al 2015, era de 55,980[3] dólares; lo que significa que la media mensual es de 4,665 dólares, teniendo como resultado que para llegar a 1,000 dólares en un año, solo tienen que ahorrar 83.33 dólares mensuales. Algo que no parecería cuesta arriba de lograr.

Es por esta razón que quiero compartir, en caso de que seas parte de las estadísticas de personas que no ahorran por temas de ingresos; algunas pautas que te permitan ahorrar dinero, aun ganando poco.

Ya que la evidencia más clara de que nos estamos manejando adecuadamente en nuestras finanzas es cuando materializamos el ahorro. Cuando podemos sacar porciones para el fondo que solventa los diferentes compromisos que tenemos que asumir.

Pauta No. 1: Desmitifica el ahorro

Lo primero que tienes que hacer es desmitificar el ahorro. Quitarle la etiqueta de que tiene que ser tal monto o nada.

Este es quizás uno de los principales obstáculos que puede tener una persona a la hora de ahorrar; porque entienden que el monto que tienen para hacerlo no coincide con lo que idealizan como bueno y válido; lo cual es un error. Porque ahorrar, es ahorrar. No importa que se mucho o poco.

Mi papá solía decir: "El que ahorra es el que tiene", y hay un viejo adagio en mi país (República Dominicana) que dice: "Grano a grano se llena la gallina el pico". Y es ahí donde está la clave de ahorrar, que al principio se ve poco, pero cuando pasa el tiempo y se acumula, entonces cobra un nuevo sentido.

Por lo tanto, céntrate en la idea de que tienes que ahorrar, no importa el monto. Lo importante es que apartes las porciones que puedas y las acumules en una cuenta de ahorro que te garantice, en cierta medida, que están en un lugar seguro.

Pauta No. 2: Gasta menos de lo que ingresas

Aunque parezca obvio, esta es la razón principal de la ausencia de ahorro en la gestión financiera. Gastamos más de lo que ingresamos, y eso es fatal. Porque solo gastando menos, como planteé al principio de esta entrada, es que lograremos ahorrar.

No es posible, préstame mucha atención a esta parte, es literalmente imposible, ahorrar si gastas más de lo que ingresas.

Por lo tanto, tienes que hacer ajustes a tu forma de gastar dinero, a tu estilo de vida, y empezar a decir las palabras mágicas: "no" "no puedo" "ahora no" "después". Porque con ellas definen límites a lo que realmente importa en tu gestión financiera personal, y reduce tus "sí", "sí puedo", "ahora sí" "ahora" a aquello que te aporta valor.

Esta es una de las partes más difíciles, porque implica cambiar el estilo de vida, sin embargo, si no lo haces, entonces no podrás ahorrar, ganando mucho o ganando poco.

Pauta No. 3: Abre una cuenta de ahorro y ahorra por alcancías

Por último, tienes que abrir una cuenta de ahorros e implementar el ahorro por alcancías. Cuando haces esto pasan dos cosas muy importantes en la gestión financiera personal:

Formalizas el ahorro
Forjas la conducta hacia la creación de fondos.

En otras palabras, cuando abres una cuenta de ahorro en una institución financiera, lo que estás haciendo es dándole el carácter de seriedad a tu decisión de ahorrar, pero al mismo tiempo, eso te crea un sistema de control, porque, por lo general las cuentas de ahorro son con libreta, y para sacar el dinero, tienes que ir físicamente.

Eso tiene como resultado un espacio de tiempo en donde tienes que pensar si vale la pena o no sacar ese dinero de tu cuenta.

Y por el lado de la alcancía, forjas la conducta de ahorrar constantemente, pero con la ventaja de que es un ahorro sin presiones, y probablemente, de mayores satisfacciones por el factor sorpresa de cuánto pudiste acumular.

Es posible ahorrar dinero aun ganando poco. Llevar a cabo una disciplina centrada en apartar porciones que luego se utilicen para solventar las diferentes obligaciones es una misión posible. Por lo tanto, sería bueno que te intereses en hacerlo.

No obstante, es una tarea que requiere de enfoque, ya que por diversas razones, es posible iniciar con muchos bríos o bien no iniciar porque asumes que lo que ganas no es suficiente para ahorrar dinero.

Tomando esto en consideración existen tres pautas que puedes tomar en cuenta a la hora de establecer un sistema de ahorros, independientemente de cuál sea tu realidad de ingresos en el momento.

Desmitifica el ahorro
Gasta menos de lo que ingresas
Abre una cuenta de ahorros y ahorra por alcancías.

Con estas tres pautas entiendo que puedes ahorrar dinero sin necesariamente ganar mucho o poco.

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