¡Claro que es posible! Por ejemplo: la vitamina A es totalmente necesaria para el buen funcionamiento de la zona cutánea. Regula las mucosas y cuida las células de la piel para conservarla en buen estado.
También ayuda a que su aspecto sea inmejorable, y es que, a causa de su alto poder antiinflamatorio, es un remedio directo contra las bacterias que causan el acné, además de limitar la producción de sebo por parte del organismo, lo que hace que sea un aliado perfecto para las personas que sufren de acné.
En muchos casos el acné se produce por bacterias que consiguen infectar la piel y causar pequeñas infecciones que forman los molestos granos. Otras veces se debe a una alimentación incorrecta, a través de la que el cuerpo genera demasiado sebo que se traduce en acné. Seguir una dieta adecuada nos puede ayudar en gran medida, y para ello es necesario que echemos mano de alimentos ricos en vitamina A, pues es una de las principales implicadas en una correcta belleza de la piel.
Constantemente utilizando preparados para mejorar el estado de la piel de modo externo, cuando realmente se trata de un problema interno que podemos solucionar con una correcta alimentación. La vitamina A puede ser parte de la solución, y es que su ingesta es esencial.
Para ello debemos tener en cuenta los alimentos en los que la podemos encontrar. Es cierto que siempre se ha dicho que las zanahorias y los frutos naranjas en general son una importante fuente de vitamina A. Esto es cierto, pero existen otros alimentos que no debemos pasar de largo.
Los alimentos de origen animal, como el hígado, la yema del huevo, la grasa de la leche y sus derivados…la contienen en altas cantidades, ya que se trata de una vitamina liposoluble, es decir, se disuelve en la grasa y se encuentra en alimentos grasos.
¿ Y tú que hace para cuidar de tu piel?