Es Posible Derrotar la Miseria Duradera.

Se cree que el comienzo de la autoconciencia está relacionado con los primeros momentos de nuestra vida cuando inicialmente respondemos a nuestro nombre o cuando vemos por primera vez un reflejo de nosotros mismos. La noción de autoconcepto se desarrolla en nosotros desde ese instante. Curiosamente, una vez que nazca nuestra conciencia de uno mismo, todo lo que nos suceda a lo largo de nuestras vidas tendrá un efecto en ello.

El entorno en el que crecemos nos condicionará a valorar ciertas cosas que, cuando se buscan, aumentarán nuestra autoestima. Sin embargo, estos valores son subjetivos y personales para cada uno de nosotros. Adherirse a estos valores es lo que nos hace sentir bien con nosotros mismos. Y tener una visión positiva de nosotros mismos puede conducir a la experiencia de la felicidad. Pero este tipo de felicidad es más duradero y no el tipo temporal que resulta solo de placeres simples.

Cuando ocurre un evento desafortunado en nuestras vidas, podemos sentirnos tristes por ello. Pero la tristeza es a menudo breve y realmente no afecta nuestra visión de nosotros mismos. La verdadera miseria no es lo mismo. Es una tristeza duradera que no se desvanece con el tiempo. La miseria a menudo proviene de no ver nada positivo en nosotros mismos. Cuando esto sucede, perdemos cualquier motivo para sentirnos bien. Y esto hace que nuestra autoestima caiga en picado. Y participar en meras gratificaciones superficiales no borrará esta miseria.

¿Por qué pasó esto? No tener nada que valorar en uno mismo es la razón. Entonces, ¿qué es lo que valoramos? ¿Es el éxito académico o profesional? ¿Es la prosperidad material? ¿Es tener relaciones estables y satisfactorias? ¿Está haciendo actos de caridad y exhibiendo generosidad? ¿Es capaz de seguir un estándar moral o espiritual? ¿O simplemente le gusta lo que vemos cuando nos miramos en un espejo? Esto dependerá por completo de los valores del individuo y de los estándares personales que se haya establecido.

Por lo tanto, para encontrar una razón duradera para sentirse bien y permanecer feliz, primero debemos preguntar qué es lo que cultivará una visión positiva de nosotros mismos. Una vez que sabemos qué es eso, podemos esforzarnos por su satisfacción. Encontrar y nutrir lo que consideramos positivo y bueno en nosotros ayudará a prevenir la aparición de la miseria.