Es bastante probable.En 1513, a Enrique VIII no se le iba de la cabeza la idea de conquistar Francia. Hacía ya cuatro años que había sido coronado rey de Inglaterra y ya era hora de que afirmara su poder y autoridad en Europa. Desde 1337, cuando Eduardo III había dado a conocer sus pretensiones al trono de Francia, los sucesivos monarcas de Inglaterra se habían nombrado a sí mismos "Reyes de Francia".
Enrique VIII a los dieciocho años
El ejército de la nación vecina estaba a años luz de la mediana tropa de Enrique, pero mismo así estaba decidido a probar su valía en el campo de batalla. Aunque las probabilidades de éxito eran remotas, Enrique no se acobardó. Desde el principio, estaba claro que su proyecto de invadir Francia estaba condenado al fracaso. Desgraciadamente, sería traicionado por sus astutos aliados, el emperador Maximiliano (padre del la archiduquesa Margarita) y por Fernando de Aragón, el rey Católico. La intención de ambos era que el joven Enrique causará problemas en Francia, sin embargo, como era lógico de esperar, no deseaban que el monarca inglés se convirtiera en soberano de dos naciones poderosas. Enrique entonces era todavía un joven inexperto y algo ingenuo, lleno de ímpetu y ganas de guerrear.
Mientras tanto, Catalina de Aragón permanecía en Inglaterra actuando como regente del reino. Al mismo tiempo que su esposo luchaba en Francia, ella emprendía una guerra contra Escocia en la cual los ingleses resultaron vencedores. Fue conocida como la Batalla de Flodden.
Retomando a las peripecias de Enrique en Francia, las tropas habían llegado a Calais en el mes de julio. La primera ciudad que conquistaron los ingleses fue Thérouanne, el 23 de agosto. A continuación su intención era tomar Tournai, aunque debido al mal tiempo fue imposible realizar el asalto. Como era imposible atacar, Enrique aprovechó el tiempo libre para relacionarse con la ilustre corte de los Habsburgo que tanta admiración causaba al monarca inglés. Pasó una temporada con Maximiliano y otra con su hija la archiduquesa Margarita. Lo mantendrían bastante entretenido, disfrutando de justas, tiro con arco, bailes, música, y como no, la compañía de bellas damas. Enrique acompañó a Maximiliano a Lille donde la regente y su corte los estaban esperando. Se cree que fue allí en Lille, no en Malinas, que Ana Bolena vio a Enrique VIII por primera vez. El rey entonces era una joven apuesto de veintitrés años, alto, atlético, educado y enamorado de la música. Lille (hoy en día esta población pertenece a Francia, sin embargo antes estaba bajo los dominios de los Habsburgo) está a 143 km de Malinas, donde se ubicaba la corte de la regente Margarita. ¿Qué pensaría Ana del joven Enrique? ¿Se quedo deslumbrada con su porte y figura? ¿Quién podría imaginar entonces el devenir de los acontecimientos?
Cornelli, Lucas: Miniatura de Ana Bolena, alrededor de 1600.
Bibliografía:
Ives, Eric: Anne Boleyn, Basil Blackwell, Oxford, 1988.
Hart, Kelly: The Mistresses of Henry VIII, The History Press, 2009.