El lenguaje es una herramienta humana y por lo tanto imperfecta, lo sé; pero es nuestro principal medio de comunicación y de 'representación' de la realidad por ello los elementos que empleamos en los momentos en los que lo que comunicamos es trascendente nos 'retratan'.
He tenido que escuchar en la radio los comunicados, discursos y proclamas a propósito del fallecimiento del señor Adolfo Suárez y no he podido evitar fijarme (si, otra vez) en la ausencia de una palabra en las alocuciones de los responsables de la clínica en la que ha pasado estas últimas horas de agonía (si, yo lo escribo y lo digo; al final de la vida: agonía):
CUIDADOS
¿ni están ni se les espera? Estoy plenamente seguro que no es así, que en ese centro lo que se hizo principalmente con el señor Suárez fue cuidarlo, pero la ausencia de la palabra en el discurso (apenas una mención lejana a "los enfermeros") me hizo saltar en el asiento... Estoy seguro que los cuidados están detrás de las palabras como confort o tranquilidad que sí se escucharon a estos médicos pero referidas a la persona a la que "trataban" cuando, en realidad, una vez asumido que "el final es inminente" las personas quedan lejos de la "artillería" de las pruebas y diagnósticos, de los tratamientos y pasan plenamente a la esfera de los cuidados.
Esos cuidados a los que, en un discurso sibilino y no exento de intención, otros con peor cariz empiezan a añadir el calificativo de "médicos" cosa que ni entiendo ni veo correcta; tal vez porque soy un "talibán" de la profesión del cuidar...