Revista Salud y Bienestar
Jordi Pigem escribía hace cuatro años un libro que trataba de perfilar una salida a la crisis en un escenario postmaterialista. En él desarrolla la importancia de la fusión de disciplinas como la psicología y la ecología así como el cambio progresivo de paradigmas de valores que nos ofrezcan respuestas más adaptativas a nuestra relación con el mundo.
En salud también hemos explotado al máximo el paradigma materialista, con sistemas sanitarios hipertecnificados que transforman la salud en un bien de consumo. ¿Podremos volver a rescatar la salud como equilibrio activo con el medio, como capacidad de adaptación al entorno, como camino de desarrollo personal, social y ecológico? No hay que irse muy lejos, pese al peso del pensamiento único que ha auspiciado la globalización, muchas culturas siguen custodiando este tipo de valores. La coyuntura de decrecimiento (material) tal vez sea una oportunidad de buscar un crecimiento en desarrollo humano, relaciones más sostenibles con la naturaleza, respeto a los animales, justicia y compasión con otros seres humanos...
¿Es posible estar sano si mi entorno natural no lo está? ¿si no lo están mis vecinos?
Un cambio de perspectiva algo más alejado de nuestro ombligo seguramente nos permita ver caminos mejores.