Reflexiones
Todo empezó con 50 sombras de Grey:
[cs_element_text _id=”7″]Repartiendo ostias mientras se folla:
[cs_element_text _id=”9″]Quizás el aburrimiento en el dormitorio conyugal provoca que la imaginación vuele, llegando a prácticas tan inverosímiles como la de lamerse los ojos. Sí, así. Tal cual. Como lo lees. Algunas personas se ponen con el eyeball-licking (lamiendo-globo ocular); al parecer, la lengua estimula los nervios de la córnea produciendo placer. Pfff… que quieres que te diga. A mi me cuesta aplicarme gotas oculares por prescripción médica, como para que venga un gilipollas a lamerme el ojo. Aunque, mirado desde otro punto de vista, podría considerarlo una variación de la práctica de 50 sombras de Grey, porque te aseguro que la ostia que se llevaría sería antológica.
La niebla del amor y otras sandeces similares:
[cs_element_text _id=”14″][cs_element_text _id=”16″]Cuidado, ya avisan que si el disfraz no tiene ingenio, en lugar de humedecerte, puede dejarte lo de abajo más seco que un bacalao.[cs_element_text _id=”18″]
- La siguiente práctica ya es el colmo. Se trata de practicar sexo con el único objetivo de adelgazar. Lo llaman Sexdiet, pero en realidad se trata de la antigua dieta del «pollo y el pan». ¿No la conoces? Pues aquí va la receta: Muslo pa’quí. Muslo pa’llá. Y pan pan. O lo que es lo mismo. La dieta del cucurucho: comer poco y follar mucho.
- La siguiente técnica, queda descartada para los de Lepe. Por favor, que los de Lepe no la prueben o, si lo hacen, que haya un hospital cerquita. Se trata de la técnica de El Carrete Filipino, la cual consiste en atar un hilo en la base de la carne en barra, rezar para que todo salga bien (esto lo he añadido yo, de mi propia cosecha), y constreñirlo para que se intensifique el orgasmo. No se porqué, pero cada vez que pienso en cómo debe funcionar esto del Carrete Filipino, inquietantes imágenes de fábricas de salchichas, asaltan mi mente.
Están entre nosotros…
Los que practican este tipo de técnicas son gente normal y corriente. Tu vecina de enfrente, el policía que regula el tráfico delante del colegio de tus hijos, la señora que te despacha en la panadería, el médico que te atiende en el centro de salud. Son como los E.T.s de la serie «V». Todo el mundo cree que son «como ellos», pero en realidad son lagartos disfrazados. No estoy diciendo que los que practican estas técnicas sean lagartos; bueno, los que practican eyeball-licking quizás sí que son un poco lagartos.
¿Tú que opinas? ¿Te animas con alguna técnica de las que he citado? Yo creo que me voy a decantar por las Ostras y el hielo (en el gin-tonic, por supuesto). Aunque… lo de los disfraces para el pene me ha dejado alucinada y no descarto probarlo. Quien sabe, igual escribo otro post sobre el tema
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Olga
Adicta al chocolate y soñadora. Me dedico a escribir por placer.
Amigas 4Ever: Ada
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