Durante una sesión de clases en la escuela de Cherwell, Oxford, el profesor de matemática, Joshua Sutcliffe, observando el avance académico de las alumnas, resaltó su desarrollo en el curso. Al expresar su felicidad con la frase “¡Bien hecho, chicas!” sin presagiar que ese término causaría una sanción al docente.
Los padres de una de las alumnas identificada como niño presentaron una denuncia contra el maestro y también pastor de la iglesia Christ Revelation Church por discriminar a su hijo.
“Me abstuve de usar pronombres porque no estaba realmente seguro de qué hacer ni que afectaría mi relación con mis alumnos. Sé que es un tema delicado, y no quería que afectará el entorno de aprendizaje.”, señaló el docente.
La frase solo buscaba alentar el buen trabajo diario de los estudiantes y aunque pidió disculpas al estudiante, los padres persistieron en su queja provocando la sanción del docente por “maltrato de género”.
“Me he sentido conmocionado y entristecido por las acciones de la escuela. En mi opinión, reflejan una tendencia creciente a ver a los cristianos, personas como yo, marginados en la plaza pública y nuestras creencias castigadas y silenciadas.”, expresó Sutcliffe.
La decisión fue aceptada por parte del docente esperando que reconsidere la sanción y pueda volver a las aulas. “Nunca he buscado imponer mis convicciones a los demás, solo intento vivir sinceramente el Evangelio de la paz.”, finalizó el maestro.
La Gaceta Cristiana
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