Es tiempo de Navidad, y es mi ferviente deseo que los cristianos de toda confesión podamos recordar y sentir el verdadero sentido de estos días, que trasciende más allá de las celebraciones mundanas y del consumo de temporada. Es mi sincero deseo que los cristianos del mundo entero tengamos en nuestro corazón y nuestra mente que hace dos milenios un niño nos fue nacido; Rey de reyes, Redentor y Salvador.
Es tiempo de Navidad, como debería ser todo el año si eso nos invita a allegarnos a nuestras familias, nuestros amigos, y a quien necesite de atención y ayuda. Un tiempo en el que en muchos parece brillar la Luz de Cristo en sus corazones como no resplandece a lo largo del año.
Es tiempo de Navidad, y aún más allá de mi deseo para los cristianos de toda confesión se encuentra la esperanza de que todo aquél que no lo sea vuelva su mirada hacia Dios y pueda reconocer el amor que nuestro Padre Celestial tiene por toda la humanidad. Porque no puede haber un amor más grande que el de Aquél que puso a su Hijo en Sacrificio por todos nosotros.
El tenor Alfie Bowe canta “¡Escuchad! Los ángeles mensajeros cantan” con el Coro del Tabernáculo y la Orquesta de la manzana del Templo, desde Salt Lake City.
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