Es tiempo de personas, por tanto, de hombres y mujeres. El hablar de ello como seres completos, sin fijarnos en lo que no somos semejantes, es una apuesta más perfecta para la vida. Pero también debe venir dado desde la igualdad de trato entre hombres y mujeres. No se puede pedir que se acabe la violencia de género, que es el final de un proceso discriminatorio, mientras se siga pagando a las mujeres mucho menos que a los hombres. Esto es un problema que debe ser enfocado desde arriba, revisando todas las pautas, comportamientos, costumbres y normas establecidas y aplicadas.
En términos comerciales, con los nuevos mercados y competencias internacionales que se dibujan para el futuro, el nicho mercantil más grande del mundo no es China, sino son las mujeres. Como dice Mónica Deza, responsable de la empresa de cosmética de lujo Natura Bissé y exvicepresidenta de innovación de McCann, también somos clientas y productoras.Habrá que jugar con los factores a nuestros favor, como es la innovación y estar integrado en la Sociedad de la Información. No de forma superficial, “este país está lleno de teóricos de la innovación y el emprendimiento” como señalan Sonia Muriel, socia de la consultoría estratégica KlimWay, y María Antonia Otero, cofundadora del portal digital de moda tenestilo. Esa innovación de pose.
En ese tiempo de personas, las mujeres nos hemos incluido en el deporte y en el campo, pero de forma protagonista, no residual. En el plano competitivo de campeonatos ya estaban, pero desde hace décadas y, sobre todo en los últimos tiempos, incorporándose a la práctica deportiva en espacios urbanos, corriendo, jugando al fútbol, en deportes extremos. Desde la nadadora Mireia Belmonte, la montañista Edurne Pasabán, la windsurfista Marina Alabau hasta la triatleta María Pujol y su grupo NosotrasSí y las chicas futbolistas pasando por las mujeres que corren, crean y participan en asociaciones deportivas, les aporta seguridad y avance.Y en el caso del campo español, cada vez más mujeres emprendedoras en el medio rural, con el avance de la Ley de Titularidad Compartida.Todo esto es en el plano laboral, “las mujeres queremos una carrera profesional pero no a costa de todo”, como ha afirmado la presidenta de McDonalds España, Patricia Abril.Y si pasamos a la esfera privada, como personas huiremos de no tener formación y ser independientes económicamente, así como elegir mejor a nuestro compañero para no cargar con maridos/padres no coparentales. Se traducirá esto en aciertos: buscar una pareja igualitaria, un compañero de vida; tener una profesión a partir de la formación adquirida y la visión de nuestro propio mantenimiento.
Por lo que este debe ser un tiempo de hombres y mujeres, un tiempo de personas.