Es España, 147 niños menores de 9 años se ahogaron en piscinas domésticas entre 2011 y 2015. Los padres y madres sabemos que cuando tus hijos están en la piscina no podemos quitarles ojos ni un un minuto ya que corren los riesgos de ahogamiento son alarmantes.
Los expertos avisan que no deberíamos perderles de vista más de 10 segundos y que además no debemos mantener una distancia que no puedas cubrir en 20 segundos. Es la norma básica 10/20. Un niños que no sabe nadar, puede ahogarse en 3 minutos y un bebé además sólo necesita 8 centímetros de de agua para ahogarse.
El problema viene cuando nuestros hijos o mascotas están en el jardín sin nadie que les vigile. Es el momento de buscar soluciones que impidan el acceso a la piscina ya sea a través de vallas, cubiertas de piscina u otros dispositivos.
1. Vallas desmontables para impedir la entrada
Estas vallas pueden ser fijas o desmontables de forma que no sean un elemento que estorbe visualmente, aún así, en verano no podrás librarte de verlo todos los días. Generalmente estos cierres de seguridad son de aluminio, madera, PVC, vidrio, malla o metacrilato. Si tienes un jardín de pocas dimensiones vallar la piscina podría ser muy antiestético y además hacer parecer a tu jardín más pequeño.
2. Cubiertas para impedir caídas accidentales
Las cubiertas de piscina son una solución muy eficaz y si además son automáticas no tendrás que realizar ningún esfuerzo en colocarla una vez acabada la sesión de baño. Recuerda que la cubierta tiene que cumplir la normativa europea y estar sujeta al borde la piscina para que no se combe y se formen balsas de agua que también supondrían un peligro tanto para niños como para mascotas. Las cubiertas en las piscinas aumentan la seguridad además de servir para mantenerlas limpias y climatizadas.
Una cubierta aumentará considerablemente la seguridad de tu piscina además de aportarte muchos otros beneficios, como por ejemplo ahorrar en agua. Por un lado podrás evitar accidentes indeseables, protegiendo a mascotas y niños de caídas que podrían acabar en tragedia. Además con un cerramiento impedirás accesos indeseables: insectos o basuras ya no serán un problema para ti.
3. Alarmas de seguridad para detectar el movimiento
Las alarmas de seguridad poseen un sensor que se activa cuando detectan algún movimiento en el perímetro de la piscina. Pueden ser alarmas perimétricas que alertan cuando un cuerpo supera la barrera de seguridad establecida en torno a la piscina o alarmas volumétricas, que emiten señales de aviso solo cuando un cuerpo cae al agua. Estas alarmas tienen que ser instaladas en el perímetro de la piscina o en el bordillo.
4. Pulseras con alarma acuática
Se trata de una pulsera en la muñeca de los más pequeños que sonarían al sumergirse bajo el agua. La pequeña pulsera de plástico con una alarma suena a más de 110 decibeles cuando se sumerge en el agua más de 10 segundos. Además permite que los niños alerten a los padres en una situación de miedo o pánico. Lo malo es que estas pulseras suelen ser bastante molesta para los niños y no podemos controlar que no se la quiten.
En general podríamos decir que existen otras soluciones para evitar ahogamientos y aumentar la seguridad en tu piscina, pero si que es verdad que las cubiertas de piscina te traerán otros beneficios en comodidad, ya que reducirás el tiempo de mantenimiento y ahorro en productos y agua, además de aumentar la temporada de baño algunos meses más debido a que el agua permanecerá más caliente.
Y cuidado con lo que no son mascotas o niños
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