▷ Esa vez me mudé a Bristol y todo se desmoronó

Hace dieciocho meses, decidí dejar mi amada casa de Lisboa.

Yo adoraba a Portugal. Después de cinco años de viaje a tiempo completo, había estado buscando el lugar perfecto para basarme entre aventuras, y no podría haber elegido mejor. Mientras hacía la transición de nómada a una identidad completamente diferente, Portugal proporcionó un entorno seguro y acogedor en el que resolverlo todo. Lisboa era un lugar increíble para vivir.

Entonces, ¿por qué me fui?

Mirando hacia atrás ahora, me preocupa que mi decisión se basara en la codicia, pero en aquel entonces, esperaba poder construir una vida mejor en otro lugar. Porque a pesar de amar tanto sobre Lisboa, también hubo desventajas en la vida en Portugal. Quería estar más cerca de la familia, en su mayor parte.

Mi vida fue genial, pero estaba convencido de que podría ser aún más maravilloso.

Entonces, me mudé a Bristol. De vuelta al Reino Unido en busca de lo que esperaba sería una mejora significativa de la vida.

En cambio, me encontré luchando en el peor año de mi vida.

Ha pasado un tiempo desde que compartí una actualización personal en línea.

Medio año, de hecho. La última vez que publiqué un resumen mensual fue en febrero.

Lamentablemente, no he estado en una posición en la que haya tenido algo positivo sobre lo que escribir. Yo realmente De Verdad no quería ser esa persona que compartía nada más que malas noticias y actualizaciones deprimentes.

Así que no compartí nada en absoluto.

Durante el año pasado, he estado dando pistas sobre algunos problemas de salud con los que he estado lidiando, pero sin entrar en muchos detalles más allá de eso. A nadie le gusta leer sobre los problemas de otra persona, y honestamente, me sentí desanimado al ser llamado un blogger quejumbroso que no puede dejar de quejarse en los comentarios cada vez que me atrevía a escribir algo negativo en el sitio. todo envuelto por dentro.

Y eso, amigos míos, es por eso que escribí 12 publicaciones de blog en ocho meses.

¡Fuera al hospital! Esta visita fue para una radiografía de tórax para ver si tenía una embolia pulmonar después de que espontáneamente desarrollé dolores en el pecho y dificultad para respirar. Resultó: ¡no! Estaba siendo envenenado por mi departamento.

Intentaré mantener esto lo más breve posible, porque podría escribir 50,000 palabras sobre la locura de mi vida durante el año pasado, pero tl; dr: tengo una fuerte sospecha de que mi apartamento en Bristol me ha estado haciendo sentir mal.

En serio mal.

A las pocas semanas de mudarme a la ciudad, desarrollé un grupo de problemas digestivos extraños.

Los ignoré al principio.

Quiero decir, yo sólo Regresé de un viaje a Borneo donde sospeché que había contraído cólera, y los efectos posteriores me golpearon durante semanas. Mi médico ordenó un puñado de pruebas y cuando dieron negativo, supusimos que tenía algún tipo de SII postinfeccioso que, con suerte, mejoraría con el tiempo.

Pasé ese verano adentro, en su mayor parte, probando dietas de eliminación extrema y remedios esotéricos, brincando en ayunas y tomando todo tipo de suplementos. Me acababa de mudar a Bristol, una ciudad que amado y quería conocerlo, pero mis calambres estomacales eran tan dolorosos que luché para reunir fuerzas para salir. Quería conocer gente y hacer amigos, pero estos dolores me debilitaron tanto que temí no poder mantener una conversación con un extraño.

La mayor parte de mi tiempo lo pasaba en la cama.

Quizás recuerden que en septiembre pasado, me subí a un avión a Grecia y me encontré milagrosamente curado. En ese momento, anuncié alegremente que era el Stansted Airport Travelodge el que me había curado las tripas, pero creo que ahora lo sé mejor.

¡Me sentí tan feliz y saludable en Grecia!

Porque cuando regresé a Bristol un mes después, todos mis síntomas volvieron.

No solo volví a tratar con calambres estomacales interminables, sino que también desarrollé lo que pensé que era una infección sinusal. Un dolor constante en mi frente junto con una presión tan extrema que sentí que mi cara podría explotar. ¿Conoces esa sensación cuando estás en un vuelo durante el descenso y las fuerzas g te hacen sentir como si tu cara y tus oídos estuvieran presurizados? Imagínese constantemente teniendo esa sensación pero haciendo estallar sus oídos sin dar alivio.

Extrañamente, no tuve síntomas reales de una infección sinusal.

No hubo congestión, ni moco, ni glándulas inflamadas, ni fiebre. Solo una sensación implacable de que mi cara presurizada estaba a punto de estallar.

Los doctores estaban desconcertados. Mis síntomas se negaron a responder a innumerables cursos de antibióticos fuertes. Probé cuatro tipos diferentes de esteroides. Numerosos antihistamínicos y descongestionantes y antiinflamatorios y neti potes y cubos de CBD.

Me convencí de que era debido al estrés. Había estado tan relajado mientras estaba en Grecia que decidí que era la presión del trabajo lo que me estaba enfermando. Eliminé mi cuenta de Instagram. Desactivé Twitter y Facebook. Meditado durante una hora al día. Tomó el yoga. Fui al gimnasio todos los días. Dejó de escribir publicaciones en el blog.

Mis síntomas solo empeoraron.

Hacia fines del año pasado, pasé varias semanas en casa de mis padres.

Iba a viajar a la India en enero y, en preparación para el viaje, había ordenado que entregaran un paquete de cápsulas de menta en su casa. Lo último que necesitaba era contraer disentería en la India, por lo que había investigado formas de mantenerme saludable en el país. Los viajeros se entusiasmaron con estas cápsulas, así que pedí cien, las probé y me sorprendió cuando desaparecieron los calambres estomacales.

Mi presión sinusal también se disipó.

No podía creerlo: la menta era una droga milagrosa y tenía curado yo. ACEITES ESENCIALES REALMENTE TRABAJAN, USTEDES, CHICOS !!!

Regresé a Bristol y, extrañamente, las cápsulas dejaron de funcionar.

Mi presión sinusal también regresó.

Extraño.

Regresé a mi médico y me recetó antibióticos durante un mes para ver si funcionaban. Tomé penicilina y no sentí ninguna mejoría, pero él insistió en que probara claritromicina durante un mes y me dijo que me podría recomendar a un especialista si los tomaba.

Fue frustrante porque tanto mi médico como yo sabíamos que esto no era una infección. ¿Qué tipo de infección desaparece cada vez que te diriges a una nueva ciudad? Y, sin embargo, me dijo que un especialista se negaría a verme hasta que los tomara.

Además: había una pequeña parte de mí que estaba desesperada por que trabajaran. Había estado tan enfermo durante tanto tiempo, nueve meses en este momento, que solo quería estar bien de nuevo.

Desearía no haberlos tomado.

Tomarlos fue como tener un ataque al corazón.

A las pocas horas de tomar la primera píldora, tuve un dolor punzante en el pecho, la parte superior de la espalda y el brazo izquierdo. Mi muñeca izquierda se adormeció. Sentí que no podía respirar correctamente.

Llamé a mi médico y él me dijo que solo dejara de tomar los antibióticos si los síntomas empeoraban.

¿Seguramente sabría si fue un ataque al corazón? Razoné conmigo mismo. Pero hay tantos artículos sobre cómo los ataques cardíacos de las mujeres se sienten diferentes. Acerca de cómo algunas mujeres tienen ataques cardíacos y simplemente continúan con su día y poder a través de él.

Peor aún: cada vez que intentaba averiguar si este era un efecto secundario común de la claritromicina, no encontraba más que artículos sobre cómo tomarlo aumenta su riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

Ignoré los síntomas y terminé el curso, pero el dolor no desapareció. Y, por supuesto, mi presión sinusal se mantuvo.

Todos los días, tenía dolores en el pecho y la sensación de que no estaba recibiendo suficiente oxígeno en mis pulmones. Me acababa de sentar en casa jadeando porque sentía que me asfixiaban. Compré esas tiras nasales tontas que abren sus fosas nasales para ayudarme a respirar mejor.

A mi médico le preocupaba que tuviera una embolia pulmonar, y me envió para pruebas, escáneres y radiografías que todo volvió a aclararse.

Fue un alivio descubrir que estaba bien.

Excepto que realmente no estaba bien.

Ni siquiera he mencionado la depresión todavía.

Siempre me consideré afortunado de nunca haber experimentado depresión, y me llevó un tiempo vergonzosamente largo descubrir que era a lo que me enfrentaba. No me sentí particularmente triste. No estaba llorando todos los días. No me sentí suicida de ninguna manera.

Simplemente no lo hice. cuidado. acerca de. cualquier cosa.

Todos mis amigos que han lidiado con la depresión han sido suicidas. No quise morir. Pasé gran parte del año pasado acostado en la cama durante semanas, mirando las paredes o viendo Youtube durante 15 horas al día.

¿Qué sentido tenía hacer algo más? Eventualmente iba a morir, así que ¿por qué me molestaría en salir y divertirme y hacerme feliz? Todo fue tan sin sentido al final. Nada importaba. ¿A quién le importaba? No veía el punto de preocuparme por nada cuando la vida era solo una pérdida de tiempo y luego todo terminaba. Vi personas compartiendo mensajes en Twitter sobre cómo deberías siempre revisa a tus amigos! ¡Asegúrate de que tus amigos estén bien! pero nadie me había visto nunca, nadie me había contactado en meses, posiblemente incluso un año, así que seguí acostada en la cama.

Esta no era yo.

yo sabia este no era yo

Sabía que esta no era la persona con la que la gente amaba estar. La persona que siempre tenía una sonrisa en la cara. La persona que convirtió cada inconveniente en un momento de risa. La persona que estaba enamorada de explorar el mundo; quien no podía dejar de intentar aprender todo sobre todo; quien se llenó de alegría al pensar en lograr la vida que una vez soñó tener.

Pero, ¿cómo podría volver a ser esa persona cuando estaba tan, tan roto?

¿Cuándo los médicos despistados se encogerían de hombros y me rechazarían con nada más que otros tratamientos con antibióticos y esteroides?

¿Cuándo estaba en un círculo vicioso donde me sentía demasiado mal para salir de mi casa, pero fue mi casa la que me estaba haciendo sentir mal en primer lugar?

Cuando me di cuenta de que mi casa me estaba haciendo sentir mal, comencé a tomar ridículo medidas drásticas

Porque finalmente, descubrí la conexión.

Durante meses había sabido el vínculo entre Bristol y mi salud, pero me parecía demasiado absurdo para ser real. Se sentía ridículo incluso considerar que era alérgico a Bristol. Había viajado a cientos de ciudades durante mis cinco años de viaje y nunca había sido alérgico a un lugar; Nunca tuve esta reacción antes.

Sin embargo, no era alérgico a Bristol. Estaba reaccionando a algo en mi apartamento.

Cuando salí de Bristol, me sentí mejor, eso ya lo sabía. Pero también tendí a experimentar menos síntomas durante el verano que en invierno. Durante los meses más cálidos, ¿cuándo abriría todas las ventanas y puertas de mi departamento? Me sentiría un poco mejor. ¿En invierno, cuando me había encerrado lejos del frío? Entonces es cuando me encuentro lidiando con más y más problemas de salud.

No sabía qué hacer a continuación.

Estaba a medio camino de un contrato de arrendamiento de un año, por lo que mudarme no era una opción.

Pensé en tratar de convencer a mi arrendador para que organizara una inspección de la casa en busca de signos de moho, pero no había signos de moho. No tenía evidencia. Dave estaba sano en el departamento y yo solo tenía una docena de síntomas inexplicables. Había leído que el moho negro puede crecer detrás de las paredes de los apartamentos, pero no pude ver cómo podía hacer que el arrendador atravesara sus paredes sin ninguna evidencia.

Aún así, tenía mis sospechas. Nuestro arrendador siempre había parecido extrañamente paranoico porque siempre dejábamos el ventilador encendido en el baño y nos aseguramos de que apagáramos el agua antes de salir de la ciudad, lo que me hizo creer que el apartamento había sufrido daños por agua en algún momento.

Nuestra casa también estaba ridículamente aislada. No tuvimos que encender la calefacción durante más de tres horas en total durante los meses de invierno en Bristol: hacía tanto calor en nuestro lugar que claramente no recibíamos mucho aire del exterior en nuestras habitaciones, si es que lo hacíamos. Y el problema era que vivíamos en una carretera muy transitada, por lo que no era posible mantener las ventanas abiertas durante la noche. No sabía cómo ventilar mejor nuestro apartamento. En cambio, compré 18 plantas de interior en un ataque de desesperación.

Entonces, ¿fue moho?

o era otra cosa? ¿Un químico en la pintura? Algo en la alfombra? ¿Una alergia a los ácaros del polvo? ¿Algún tipo de toxina? ¿Fueron mis muebles? Mi colchon? Me preguntaba si era alérgico a la espuma viscoelástica porque aparentemente eso es algo.

Sea lo que sea, se sintió como algo oscuro. Después de todo, viajé durante cinco años y nunca tuve esta reacción en ningún lugar donde me hubiera alojado: antes había vivido en lugares llenos de moho, había dormido en colchones Casper.

Es suficiente para hacerte perder la cabeza. Leí un artículo sobre el Síndrome del Edificio Enfermo y llegué a la conclusión de que los enfermos se estaban enfermando, ¿eso significaba que yo estaba haciendo lo mismo? Y si es así, ¿cómo podría arrastrarme fuera de este agujero?

Obviamente, la solución era pasar tiempo fuera de la Casa de la Muerte, pero luché por hacerlo cuando estaba tan deprimido y lidiando con tantos síntomas extraños. Cuando tienes calambres estomacales y presión en los senos y no puedes respirar y tienes un dolor punzante en el pecho, realmente no quieres ir a sentarte a un café durante 15 horas, y aún así tuve que dormir en mi departamento de todas formas.

Y mientras todo esto sucedía, estaba tratando de administrar un negocio al mismo tiempo.

Las cosas … no van bien.

Mi tráfico se ha reducido a la mitad durante el año pasado y, como alguien cuyos ingresos tienen una relación algo proporcional con el tamaño de mi audiencia, eso significa que mis finanzas se han visto afectadas. No es sorprendente, por supuesto, que abandonar mi sitio durante un año entero lo haga desmoronarse, pero de todos modos es desgarrador.

Ah, y también sufro de una afección autoinmune que se sabe que es una de las afecciones más dolorosas del mundo. Ni siquiera he comenzado a profundizar en ese madriguera del conejo. Y no lo haré porque creo que hemos tenido suficiente observación del ombligo para una publicación de blog.

No hace falta decir que tuve que tomar el control de mi vida porque en ese momento, era un desastre.

Entonces eso fue lo que hice.

Comencé a buscar nuevos apartamentos en Bristol, riéndome mientras me filtraba en cualquier lugar con calificaciones perfectas de eficiencia energética y específicamente busqué lugares que parecían un poco corrientes.

También planeé una semana lejos de mi departamento, pasando ocho días caminando por South Downs Way por el sur de Inglaterra. No debería haberme sorprendido cuando, tres días después de nuestra caminata, los dolores en el pecho desaparecieron por primera vez en cinco meses, llevándome los calambres estomacales, las náuseas y la presión sinusal. Mi depresión también se desvaneció y me sentí como la persona feliz y optimista que siempre he sido.

Y luego me mudé.

Las cosas están mejor ahora. Mucho mejor.

Estoy en una casa que amo y tengo un estado de ánimo positivo por primera vez en más de un año.

No diré que mis síntomas ridículos tienen enteramente desaparecieron, pero son alrededor del 20% de lo que solían ser. Mis dolores en el pecho y los calambres estomacales y la depresión se han mantenido alejados, y mi presión sinusal ha mejorado mucho. Puedo lidiar con eso por ahora.

El año pasado fue el peor de mi vida.

Es increíble que un cuerpo pueda reaccionar de manera tan extrema a … bueno, a lo que sea que estuviera reaccionando.

Pero por ahora, estoy agradecido.

Tengo esperanzas para el futuro.

Tengo muchas ganas de sanar, de volver a encarrilar este sitio, de volver a emprender aventuras y de construir una comunidad en Bristol porque, maldita sea, estoy solo.

¡No, espera! Prometo que me siento más optimista.

Me encantaría terminar esta publicación con algunos Consejos sobre cómo evitar sufrir los mismos problemas que yo, pero no tengo una idea real de lo que estaba causando mi enfermedad. Tenga cuidado con cualquier casa en la que se mude porque podría enfermarlo, pero no sabrá por qué y entonces su vida se vendrá abajo. ¿Nunca confía en una casa con una calificación de eficiencia energética de A?

Amigos míos, les insto a que no den por sentado su salud porque nunca saben cuándo algo les quitará todo.

Esa es la mayor lección que he aprendido de todo esto.

Y ahora, es hora de volver al trabajo.

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