En un acto de violencia que ha conmocionado al mundo, el Estado Islámico ha reivindicado un ataque terrorista en la sala de conciertos Crocus City Hall, ubicada en Krasnogorsk, a las afueras de Moscú, que ha resultado en la muerte de al menos 133 personas. El trágico suceso se registró este viernes, y las autoridades locales temen que el número de víctimas pueda aumentar.El Comité de Investigación de la Federación Rusa ha informado que, tras las labores de rescate y la remoción de escombros, el número provisional de fallecidos ha ascendido a 133. Se ha logrado controlar un incendio que consumió una parte significativa del edificio, donde incluso el techo colapsó, sumiendo al evento en el caos y la desesperación.Videos difundidos a través de redes sociales capturaron el pánico de los asistentes, que esperaban el inicio de un concierto de la banda Piknik, al verse sorprendidos por una densa nube de humo y el estruendo de los disparos.
Según declaraciones de testigos y las imágenes compartidas, los atacantes, vestidos con ropa de camuflaje, hicieron uso de fusiles de asalto Kalashnikov para disparar indiscriminadamente contra la multitud.La agencia Amaq, vinculada al Estado Islámico, ha declarado que este ataque se realizó en conmemoración del quinto aniversario de la caída del Califato tras la batalla de Baghuz.
Los servicios de emergencia y las autoridades continúan la búsqueda de los perpetradores, considerando que hasta cinco atacantes podrían haber estado involucrados en este atentado.Este evento ha puesto de manifiesto la persistente amenaza del terrorismo a nivel global, recordando la importancia de la vigilancia, la solidaridad y la cooperación internacional para combatir estos actos de violencia y preservar la paz y seguridad de la comunidad mundial.