Hola munderos de papel, como ya sabéis en repetidas ocasiones hemos podido disfrutar de quedadas literarias en la librería Shalakabula, hemos estado siempre bien atendidos y hemos pasado momentos geniales y espero que siga así, y digo que espero porque hoy la Librería Shalakabula está en peligro por culpa de defender los derechos de los libreros, por ir y defender lo que es suyo, pero no soy yo quién os lo dice sino Nuria, la dueña de la librería, os dejo lo que ha dejado en facebook. Compartidlo, todos por el derecho a defender lo que es nuestro.
AQUÍ TENÉIS MI INTERVENCIÓN
Son las doce de la mañana del 6 de marzo, hasta ahora no he podido escribir nada para leer esta noche, no por falta de argumentos sino porque me produce una enorme tristeza. Hoy se decide si me expulsan del Gremio. Votación que muy probablemente esté vista para sentencia, ya que miembros de este gremio se han tomado la molestia de llamar a otros compañeros para pedirle el voto. Yo también he llamado a libreros y libreras, pero con una diferencia, lo he hecho para que asistieran, para que escucharan mi defensa. Nunca para perjudicar a nadie. Hoy el voto es para echarme.
No estoy ante vosotros para defenderme de nada, no necesito defensa por una cosa que haría una y mil veces más.
Solamente quiero deciros que el gremio de libreros es una asociación profesional y yo, Nuria Cuenca soy una gran librera y mejor compañera. Todo el que se ha acercado a nosotros ha podido comprobar que en Shalakabula trabajamos como leones y que siempre que han necesitado algo de nosotros nos hemos partido el pecho por ayudar a quien sea, sin importar que sea simpatizante o detractor. Entre incoación e incoación, miembros de la Junta Directiva que me expulsaron de facto por medio de un burofax, nos estaban pidiendo un favor y no dudamos en hacerlo porque entendemos que estamos en un negocio muy puto que necesita de nuestra unión.
Yo entré en el gremio a currar, que es lo que mejor se hacer y no para prometer lealtad a una junta directiva que creo que no están haciendo algunas cosas bien. En diferentes asambleas nos hemos mostrado críticos y en privado, con alguno de ellos también lo hemos comentado. Yo soy una persona leal, pero la lealtad y el respeto se gana. Vuelvo a decir, por segunda vez, que no me arrepiento de mostrar disconformidad, soy una guerrera, lo hacía porque pensaba que las cosas podrían cambiar y lo hice por el bien común y nunca contra una persona en particular (me gustaría que esto no se os olvide). Mis críticas siempre han sido hacia actuaciones de miembros de una junta directiva. Nunca di nombres, ni insulté, ni falté al respeto y lo más importante, nunca mentí.
Siento pudor por tener que mostrarme ante vosotros y por cada mano que sea levantada para expulsarme me daréis una puñalada, de hecho una de las personas a las que echamos una mano cuando montó el negocio, hoy ha delegado su voto sin saber que es para que nos expulsen.
Hoy perdemos todos, simplemente por el hecho de tener a 3 compañeras delante de un tribunal que de antemano ha tomado su decisión. Soy librera señores, no política, ni abogada, por lo que solamente os puedo hablar desde mi estómago, no con la cabeza. Probablemente ese haya sido mi delito, no hablar con la cabeza, no haber representado un papel, no hacer campaña a nuestro favor, no medir nuestras palabras para decir sin decir. Soy impulsiva, deslenguada y a veces un poco irreverente. Pero creo que eso no es motivo para expulsarnos de un gremio profesional. Nuria Cuenca, expulsada de facto, por grave deslealtad. Cierto es que queda mucho mejor eso que poner: Nuria Cuenca, expulsada por molestar en las reuniones, pedir cuentas. En resumen, por mosca cojonera.
Cuando votéis para echarnos, quiero que sepáis que necesitamos asistir a la feria para garantizar nuestra supervivencia, que somos unos compañeros cojonudos y que amo este trabajo con todo mi corazón. Tiráis a 3 libreras de un gremio de libreros. Y yo os pregunto, ¿Qué necesitáis libreros o súbditos?