Revista Opinión
Escándalo político-fiscal en Francia. (I) Un diario digital acorrala a Sarkozy.
Publicado el 14 julio 2010 por SantiagomiroEdwy Plenel, director de MediaPart.
Presidente francés, Nicolás Sarkozy
A principios de 2008, el portal francés MediaPart.fr iniciaba su andadura. Sus creadores pretendían crear un periódico online independiente que se financiara exclusivamente con las suscripciones de sus abonados. Dos años después, 40.000 asociados demostraban la posibilidad de la fórmula y se preveían beneficios para 2011. Mediarpar.fr promete a sus lectores “independencia, periodismo de calidad y participación”. Y la ausencia de anuncios en el diario hace posible su independencia. Al menos así lo asegura su redactor jefe, François Bonnet. Los suscriptores pagan entre 5 y 9 euros al mes y, a cambio, tienen acceso a tres ediciones diarias del periódico, a reportajes y a artículos de fondo.
Los seis fundadores (cuatro periodistas, un gestor y un profesional de la Red) lograron hacerse con los cuatro millones necesarios para el arranque del periódico. A ellos se unieron otros socios, que sin vínculos con grandes empresas, aportaron cantidades que iban desde los 100.000 hasta los 500.000 euros. Para completar la inversión, se unieron personas que, a título individual, aportaron entre 5.000 y 50.000 euros. La redacción abarca un gran arco dentro de los medios, con redactores que han escrito en periódicos tan diversos como el católico “La Croix” o el izquierdista “Libération”. Todos ellos, comandados por F. Bonnet y por el presidente de la publicación, Edwy Plenel, ex director de redacción de “Le Monde” y una figura del periodismo de investigación gala.
El lunes, 5 de julio, “Mediapart” sorprendía a los franceses con una entrevista a Claire Thibout, ex contable durante 12 años de Liliane Bettencourt, la mujer más acaudalada de Europa y del mundo según la revista Forbes, con una fortuna personal de 13.300 millones de dólares en 2009. Thibout, que abandonó su servicio en noviembre del 2008, desvelaba que la UMP (Unión por un Movimiento Popular), partido con el que el presidente ganó los comicios en 2007, se habría beneficiado de una donación ilegal de 150.000 euros para la campaña electoral de Sarkozy en 2007. El ministro de Trabajo, Eric Woerth, tesorero del partido durante esta supuesta aportación, y marido de la gestora de la fortuna de Bettencourt, quedaba salpicado de lleno. La donación de 150.000 euros para financiar la campaña presidencial, de confirmarse, sería ilegal, pues el importe máximo permitido por la ley sobre la financiación de los partidos políticos es de 7.500 euros al año para un partido y 4.600 euros para un candidato a una elección.
Mientras que Woerth se querellaba por calumnias, desde la UMP se hizo correr el rumor de que dicho periódico empleaba “métodos fascistas” y que el revuelo que había levantado no era sino “una operación” destinada “a reflotar las arcas” de la web. “Hay webs –indicaba Xavier Bertrand, secretario general de la UMP– que publican un gran número de informaciones que intentan apuntalar, confirmar y verificar. Visiblemente, este no es el caso de Mediapart”. Y Christian Estrosi, un hombre cercano a Sarkozy, lo calificaba como “una verdadera papelera de la Red”.
El jueves pasado, Claire Thibout se retractaba de parte de sus declaraciones, desdiciendo parcialmente sus acusaciones contra el Jefe del Estado. Y aunque MediaPart quedaba retratado durante unas horas, el diario no se achantó ante el ataque. Plenel anunciaba que la web demandaba a Bertrand y recordaba que una decisión de la Justicia de la semana pasada juzgaba “legítimas y de interés público” sus informaciones. MediaPart siguió manteniendo contra las cuerdas al Gobierno francés. En realidad, MediaPart demostraba que la “independencia, el periodismo de calidad y la participación”, continúan siendo más válidos y necesarios que nunca, sobre todo en Internet. Y estaba a punto de conseguir que el modelo de contenidos de pago en la red sí son rentables, cuando contienen una oferta periodística de calidad. Aunque a Sarkozy no le hiciera ni pizca de gracia.
Mañana: Escándalo político-fiscal en Francia (II) Demasiadas casualidades.