Revista Aventura

Escapada de fin de semana

Por Marcis

Sobrevolando las dunas

Sobrevolando las dunas

Durante siglos, la espesa niebla, los terribles vientos y las traicioneras corrientes han hecho naufragar a los marineros en esta costa. Este lugar es un gigantesco cementerio de barcos. Así, la playa está salpicada con los restos de muchos sueños.

Este lugar se llama Costa Esqueletos en parte por los huesos de los barcos y en parte por los huesos humanos encontrados aquí y tierra adentro. Marineros que escaparon del mar sólo para tener una muerte más cruel en el vasto desierto que hay más allá.

 Es uno de los pocos lugares en los que un árido y enorme desierto llega hasta el mar, con un área protegida de unos 480 kilómetros de largo, pero de tan sólo 40 kilómetros de ancho.

El despiadado viento mueve y transforma constantemente este misterioso paisaje. Hasta la propia arena parece tener vida. Así, en un lugar tan singular, el peso de un lagarto a su paso puede desencadenar toda una andanada de extraños sonidos. Nadie ha logrado explicar del todo las llamadas 'dunas rugientes', que emiten murmullos y zumbidos siempre que la arena se desliza sobre ellas. A veces, se las puede oír a kilómetros de distancia.

La fauna se ha acostumbrado a la vida en el desierto

La fauna se ha acostumbrado a la vida en el desierto

Nada más iniciar el vuelo observamos, tras atravesar una pequeña cordillera, una manada de elefantes descender lentamente por una duna para alcanzar una gran charca en medio del desierto. Una vez seguros, dos elefantes ansiosos se deslizan cuesta abajo como niños jugando.

Abundantes grupos de antílopes y jirafas atravesaban las dunas del desierto de Namibia en busca de agua. También observamos los divertidos y animados juegos de las suricatas en la arena en busca de comida.

Aunque se producen en raras ocasiones, las escasas lluvias torrenciales pueden llegar a formar ríos que se adentran en el árido desierto. Así, a lo largo de varios kilómetros, Costa Esqueletos sufre en ocasiones esta curiosa transformación. Un mar de chocolate decorado con olas de azúcar blanco.

Tras aproximarnos a otra charca, un grupo de avestruces bebían tranquilamente. A estos animales les gustan los espacios abiertos en los que su aguda vista y su velocidad de 65 km/h pueden salvarles de los depredadores. En ese preciso instante, cientos de urogallos de arena llegaron en oleadas a la misma dispuestos a beber y emprender el vuelo.

Elefantes en el desierto de Namibia

Elefantes en el desierto de Namibia

Desde el aire, resultaba fácil seguir las huellas de elefantes en la yerma llanura. De pronto, divisamos una manada de quince adultos y dos crías atravesando el desierto. Los animales se movían deprisa, casi a la carrera, ansiosos por llegar al agua.

Resultó impresionante contemplar como los elefantes alcanzaban el macizo de dunas y lo escalaban subiendo por su cara frontal para bajar corriendo por la cara posterior. A veces, se dividían en dos grupos pero después volvían a reunirse y continuaban. Como ya estaba atardeciendo, sus sombras se proyectaban en su descenso por las dunas dando como resultado una imagen para el recuerdo. Fue una experiencia increíble.

 


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